El motivo por el que la gente está quemando los corchos en casa

El motivo por el que la gente está quemando los corchos en casa

Corchos de vino / Archivo

SPORT.es

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Quemar corchos, hay gente que lo hace y tiene una muy buena razón para hacerlo. Esta no es una forma de deshacerse de ellos, o al menos no sólo. De hecho, sólo así pueden utilizarse de forma inteligente, sin tener que tirarlos una vez que ya no sirven para su propósito principal.

¿Qué podemos ganar quemando corchos? Si los acumulamos en grandes cantidades, podemos utilizarlos en una chimenea como combustible adicional al papel y cartón que ya no se pueden utilizar y a la leña. Pero también hay otra razón para fomentar este comportamiento.

En este caso, será menos voluminoso. Incluso un solo corcho resultará útil y quizá muchos de nosotros descubramos que quemar corchos un poco aquí y otro poco allá en el hogar tendrá su incuestionable conveniencia. Si bien es cierto que, cuando ya no es posible darles ningún uso, los tapones de corcho deben tirarse a la basura orgánica, hay que decir que estos objetos tienen un balance negativo en términos de impacto medioambiental. Significa que son capaces de absorber dióxido de carbono, impidiendo la liberación de este último.

Por eso algunas personas utilizan los corchos como velas improvisadas. Para ello, remójalos en un vaso con alcohol durante un día entero. A continuación, coloquémoslos en un porta velas o en un recipiente adecuado, que no permita que se caigan. Encendámoslas entonces con una cerilla o un mechero.

Podremos notar cómo el tapón funcionará igual que una vela. Y nos daremos cuenta de que arderá durante mucho tiempo. Se trata de una bonita e ingeniosa solución de coste cero y totalmente respetuosa con el medio ambiente para alegrar tu hogar, tanto en el interior como en el exterior.

Y de nuevo, los tapones también pueden purificar el agua. Para ello, tenemos que trocearlos y sumergirlos en un recipiente lleno de agua. Déjalo durante al menos seis horas y luego filtra, recogiendo los trozos de corcho.

Al final habrán absorbido todas las impurezas del líquido. Por si fuera poco, otros usos ingeniosos de estos objetos los ven actuar como improvisados tiradores tras clavar tornillos o clavos. O sirven como patas de un mueble cuando falta la original. Basta con cortarlos a la medida necesaria.