Un hombre es condenado a cadena perpetua...¡tres años después de ganar 10 millones de euros en la lotería!

En el año 2017, un residente de Carolina del Norte llamado Michael Todd Hill experimentó un giro extraordinario en su vida al ganar la asombrosa suma de 10 millones de dólares al obtener el premio mayor al rascar un boleto de lotería. Sin embargo, apenas tres años después, su destino dio un vuelco drástico cuando enfrentó una condena de cadena perpetua a raíz de ser acusado de un crimen atroz.

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Para entender el desenlace de esta historia, tenemos que retroceder en el tiempo hasta el día en que este individuo se convirtió en un afortunado ganador. Michael visitó su tienda de confianza y adquirió un billete de lotería, y cuando llegó al símbolo del dólar, un escalofrío recorrió su espalda. Al ver los dígitos uno y cero, aún no podía creerlo, pero su asombro se intensificó al divisar la letra 'M'.

En ese momento, su corazón comenzó a latir con frenesí, y quedó sin aliento. Rápidamente, llamó a su esposa para compartir la noticia. Tras decidir recibir un pago único, Michael dejó la administración de la lotería con la asombrosa suma de 4 millones de dólares en su bolsillo.

Sin embargo, el matrimonio no resistió la presión de la riqueza repentina. Sintiéndose millonario, Michael abandonó a su esposa y comenzó una relación con Keonna Graham, una mujer 31 años más joven que él.

Un poco más de un año después, el 20 de julio de 2020, los familiares de Keonna Graham denunciaron su desaparición. La búsqueda llevó al hallazgo del cuerpo sin vida de Graham en un hotel de la zona, presentando una herida de bala en la parte posterior de la cabeza.

Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del hotel permitieron a la policía esclarecer los hechos y presentar cargos formales contra Michael Todd Hill. Atrapado por la investigación, el exganador de la lotería confesó haber disparado a la joven mientras dormía, tras descubrir que mantenía conversaciones de texto con otros hombres.

Entonces llegó el veredicto final. En el juicio, Michael Todd fue declarado culpable de asesinato en primer grado y condenado a cadena perpetua por el asesinato de Keonna Graham, una mujer de 23 años. Además, enfrentó acusaciones por posesión ilegal de un arma, lo que resultó en la ampliación de su condena en un rango de 22 a 36 meses.