Esta joven de 19 años ha comido toda su vida nuggets de pollo y patatas fritas

Si acudimos a cualquier hamburguesería de comida rápida, y tenemos a un niño a nuestro cargo, lo más normal es que pidamos el menú infantil con nuggets de pollo: a los críos les encanta este producto rebozado gracias a su buen sabor y a la salsa barbacoa que le acompaña. Ahora bien, ¿se puede alimentar a un joven de estas edades solo con este tipo de alimento procesado?

"Desde que tengo uso de razón, he tenido náuseas al ver otra comida: ni siquiera podía recogerla o pasársela a la gente", asegura Rebecca Giddins, una adolescente de 19 años que durante toda su vida ha estado comiendo nuggets de pollo con patatas fritas. Este era un peculiar trastorno de alimentación que sus padres obviaron al principio de todo: ellos pensaban que con la edad, esta pasión por el pollo frito termianría.

Finalmente, tuvieron que recurrir a un hipnoterapeuta para que Rebecca se olvidase de este deseo irrefrenable de comer nuggets con patatas: "era escéptica sobre la hipnosis, pero por ahora parece haberme servido de ayuda. Desde que asistí a la primera sesión, he podido probar al menos dos alimentos nuevos todos los días, y mi objetivo final es comer asado".