Los 15 alimentos que podrás consumir con tranquilidad aunque hayan caducado

La mayoría de estos productos tienen una fecha de consumo preferente en vez de la de caducidad

Miel.

Miel.

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La fecha de caducidad es un indicador importante que se encuentra en los productos alimenticios y puede variar según el tipo de producto. Es fundamental prestar atención a esta fecha para garantizar la seguridad y calidad de los alimentos que consumimos.

Los alimentos perecederos, como carnes, lácteos y productos frescos, suelen tener una fecha de caducidad más estricta y es crucial no consumirlos una vez que haya expirado.

Los productos con fecha de consumo preferente indican que, aunque se recomienda consumirlos antes de esa fecha para disfrutar de su máxima calidad, su consumo posterior no representa un riesgo para la salud.

Estos alimentos, como galletas, cereales, conservas y algunos lácteos, pueden conservar su sabor y textura adecuados incluso después de la fecha indicada. Sin embargo, una vez que ha pasado la fecha de consumo preferente, es posible que su sabor, aroma o textura se vean afectados.

Dicho esto, la OCU ha elaborado recientemente una lista con alimentos de este tipo, que pueden ser consumidos tras la fecha de consumo preferente:

  1. Yogures: Después de la fecha de consumo preferente, los yogures no son perjudiciales, pero pueden perder propiedades.
  2. Pan de molde: El pan de molde tiene fecha de consumo preferente, lo que significa que se puede consumir después de esa fecha. Sin embargo, debemos tener cuidado y desecharlo si muestra signos de moho.
  3. Patatas fritas y frutos secos: Estos productos se pueden consumir días después de la fecha de consumo sin problemas para la salud. Si detectas que están en mal estado, es mejor no comerlos.
  4. Bollos y galletas: Las galletas y bollos que hayan superado la fecha de consumo preferente pueden estar algo más secos o rancios, pero si al probarlos están bien, puedes comerlos sin riesgo para tu salud.
  5. Refrescos y alcohol: Las bebidas refrescantes y alcohólicas también se pueden consumir más allá de la fecha indicada. Podrían haber experimentado cambios en sabor o color, pero si al probarlas están bien, no hay problema.
  6. Pasta, arroces y legumbres: Estos alimentos se pueden consumir después de la fecha indicada, siempre y cuando no estén cocinados. La pasta seca puede conservarse incluso un año después de su fecha. La pasta fresca refrigerada debe seguir las indicaciones de la etiqueta.
  7. Mermeladas y mantequillas: Las mermeladas y mantequillas pueden consumirse después de la fecha de consumo preferente, siempre y cuando estén almacenadas adecuadamente y no muestren signos de deterioro.
  8. Embutidos y quesos curados: Los quesos curados y embutidos al vacío o en atmósferas modificadas pueden consumirse sin problemas después de unos días de la fecha de consumo. Sin embargo, el pavo y el jamón cocido son más propensos a estropearse.
  9. Sopas y salsas de sobre: Las sopas y salsas en sobre pueden consumirse incluso después de la fecha indicada. En el caso de salsas como el ketchup o la mostaza, si se han almacenado en la nevera después de abrirse, pueden consumirse sin problemas.
  10. Envases de tomate: La salsa de tomate envasada puede consumirse después de la fecha indicada si el envase está cerrado y en buen estado. Sin embargo, si está abierta y muestra signos de deterioro, es mejor no consumirla.
  11. Cereales: Los cereales, tanto cerrados como abiertos, no representan un riesgo si se consumen después de la fecha de caducidad. Aunque si la caja está abierta, pueden volverse rancios, pero no causarán enfermedades.
  12. Vegetales de hoja verde: Las verduras de hoja verde, a menos que estén embolsadas, no suelen tener fecha de caducidad.
  13. Leche esterilizada o UHT: La leche esterilizada, que no requiere refrigeración antes de abrirse, puede consumirse algunos días después de la fecha de consumo preferente. La leche pasteurizada debe consumirse antes de su fecha de caducidad.
  14. Frutas y verduras congeladas: Las frutas y verduras congeladas pueden consumirse después de la fecha de consumo si el envase no ha sido abierto.
  15. Miel: La miel puede consumirse hasta dos años después de la fecha de caducidad indicada en el envase debido a su baja cantidad de agua, lo que dificulta el asentamiento de microorganismos.