Octava final colchonera con Simeone

EFE

El Atlético de Madrid, vencedor del partido de vuelta de las semifinales de la Liga Europa contra el Arsenal (1-0) en el Wanda Metropolitano, se clasificó para jugar su octava final de la era Diego Simeone en seis años, la segunda del torneo en ese tiempo, tras la del 9 de mayo de 2012 ganada 0-3 al Athletic Club de Bilbao.

Ha salido vencedor de tres de esas finales en este periodo: la Copa del Rey de 2013 ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu (1-2); la Supercopa de Europa de 2012 frente al Chelsea en el estadio Luis II de Mónaco (1-4); y la Supercopa de España de 2014 a doble partido ante el Real Madrid (1-1 y 1-0).

También perdió otras tres, dos en la Liga de Campeones y ambas contra el conjunto blanco, una en 2014 en Lisboa en la prórroga (4-1) y una en 2016 en Milán en la tanda de penaltis tras el 1-1 de los 120 minutos, y una en la Supercopa de España de 2013 frente al Barcelona, con un empate a uno en casa y un 0-0 en el Camp Nou.

UNDÉCIMA FINAL EUROPEA

La final de la Liga Europa ante el Olympique de Marsella será para el Atlético de Madrid la undécima de competición continental de su historia, desde la Recopa ganada en 1962 al Fiorentina hasta el duelo del próximo 16 de mayo en Lyon, pasando por las tres de Liga de Campeones perdidas.

La última data del 28 de mayo de 2016 en el estadio de San Siro de Milán, cuando la tanda de penaltis y el Real Madrid, después del 1-1 con el que terminaron los 90 minutos y la prórroga posterior, apartaron al conjunto rojiblanco del título de la 'Champions', como también le ocurrió dos años antes ante ese rival en Lisboa.

Entonces, aún fue más cruel la derrota, porque aquel 24 de mayo de 2014, el Atlético ganaba 0-1, con un gol del uruguayo Diego Godín, al equipo blanco hasta los instantes finales del choque, hasta el minuto 93, cuando un cabezazo de Sergio Ramos niveló el choque y provocó la prórroga, resuelta por 4-1 en contra del equipo entrenado por Diego Simeone, exhausto para el tiempo extra.

La Liga de Campeones o la Copa de Europa es el único trofeo que aún se le resiste en su palmarés. Los tiene todos menos ese, que también se le escapó en los instantes finales en 1974 contra el Bayern Múnich en el estadio Heysel de Bruselas y en la prórroga, en la que se adelantó en el minuto 114 con una falta directa de Luis Aragonés.

Cuando ya rozaba el título aquel 15 de mayo de 1974, un tiro lejano de Hans-Georg Schwarzenbeck en el último suspiro del duelo forzó el desempate (en aquella edición no se decidía el partido por penaltis), que se jugó dos días más tarde en el mismo escenario con un 4-0 en contra, con goles de Uli Hoeness (2) y Gerd Muller (2).

El resto de competiciones europeas sí figuran en el palmarés del Atlético: la Liga Europa, antigua Copa de la UEFA, la ha ganado ya en dos ocasiones, en 2010 y 2012; la Supercopa la ha conquistado también dos veces, en 2010 y 2012; y la desaparecida Recopa la ganó en 1962 en un encuentro de desempate contra el Fiorentina.

Esa fue su primera final europea. Tras el 1-1 del primer choque en Glasgow, el Neckarstadion de Stuttgart, el 5 de septiembre de 1962, coronó al Atlético, dirigido desde el banquillo por José Luis Villalonga y vencedor por 3-0, gracias a los goles de Miguel JonesJosé Alberto de Mendonça y Joaquín Peiró.

Sólo un año tardó el Atlético en volver a una final, también en la Recopa. El siguiente curso se enfrentó en el partido decisivo con el Tottenham en la ciudad holandesa de Rotterdam, pero fue derrotado por el bloque inglés por 5-1, con dos tantos de Jimmy Greaves, otros dos de Terry Dyson y uno de John WhiteEnrique Collar logró el gol del conjunto madrileño.

Después llegó la citada primera final de la Copa de Europa contra el Bayern Múnich en 1974 y más tarde, doce años después, en el curso 1985-86, precisamente en Lyon, una más de la Recopa, doblegado por el potente Dínamo de Kiev, que se impuso al equipo entrenado por Luis Aragonés por 3-0, con tantos de Alexander ZavarovOleg Blokhin y Vadim Evtuchenko.

La espera fue aún más larga después, de 24 años, hasta su ciclo triunfal en la Liga Europa y la Supercopa. Primero en 2010, cuando Quique Sánchez Flores era el técnico de un Atlético que venció en Hamburgo al Fulham en la prórroga (1-2) para conquistar la primera, con dos goles de Diego Forlán, y que superó al Inter de Milán en Mónaco (2-0) para lograr la segunda, por medio de José Antonio Reyes y 'KunAgüero, los goleadores de aquella noche en el Luis II.

Ya con el argentino Diego Simeone, al frente de su banquillo desde unos meses antes, repitió ese doble éxito en 2012: en la Liga Europa, con un 0-3 al Athletic Club en la final disputada en Bucarest, con dos goles de Radamel Falcao y uno de Diego Ribas; y en la Supercopa, con magnífico 1-4 al Chelsea, con triplete del ariete colombiano y una diana de Joao Miranda, en el último título europeo hasta la fecha del Atlético.