A vueltas con Lewandowski

El Robert Lewandowski de Polonia no es el mismo que el del Bayern Munich. Hasta cierto punto lógico porque tampoco el poderío de la selección centroeuropea es el mismo que el del gigante bávaro, pero llama la atención que no consiga marcar las diferencias con su país. El propio ‘Lewa’ lo admitió antes de la cita Europea, tiene una espina clavada y a la vista de su actuación en el primer partido ante Eslovaquia, todavía no se la ha logrado sacar.

En su país están preocupados y esperan que su gran figura salga a flote ante España, pues otra derrota les dejaría prácticamente eliminados. El seleccionador, Paulo Sousa, salió ayer al paso de las críticas de los medios locales y echó un ‘capotazo’ a su artillero. “Vosotros os enfocáis en los aspectos individuales, en lo que hace el jugador con el balón, pero hizo muchas más cosas. Trabajó más de lo normal teniendo en cuenta que estábamos con diez jugadores”, aseguró.

Espina clavada

Lo cierto es que ésta es su cuarta gran cita a nivel de selección y en las tres anteriores no mostró su extraordinario poderío realizador. Marcó un gol en la Eurocopa del 2012 -ante Grecia, pero Polonia quedó KO en la liguilla- y otro en la de 2016, precisamente en la derrota en los cuartos por penaltis ante la campeona Portugal. Pero significativo fue su pobre papel en el Mundial de Rusia. Se quedó en blanco y Polonia fue eliminada a las primeras de cambio.

Números que contrastan con su eficacia, aquí sí, en las fases clasificatorias y amistosos. Pero ojo que España no se puede fiar. El ‘Bota de Oro’ puede resurgir en cualquier momento y hacer un destrozo.