Odegaard ya es todo un vikingo

Los orígenes de los vikingos residen en Noruega donde leyendas como Ragnar Lodbrok  entre tantos otros vivieron y forjaron su propia historia que después se ha perpetuado con el tiempo. Martin Odegaard justo la empieza ahora.

Parece que su nombre lleve sonando mucho tiempo en el panorama futbolístico, muchas veces relacionado con un ostracismo que no era más que un proceso de maduración impecable que le ha llevado a ser el futbolista que es hoy. Y lo que le queda. 

Con 16 años fichó por el Real Madrid, curiosamente apodados como vikingos, y la polémica lo rodeó desde el primer día. Llegó como futuro Balón de Oro y como centrocampista líder de los próximos proyectos blancos. 

Ese peso le machacó durante los primeros meses en España incluso cuando jugaba en el Castilla. Parecía estancarse pero su paso por Holanda le sirvió para volver a destacar. Floreció el tulipán en la Eredivisie primero con el Herenveen y posteriormente con el Vittesse con actuaciones que le abrieron de nuevo las puertas y las portadas en los medios blancos. 

Asesorado en todo momento por su padre, Hans Erik, el noruego ha tomado sabias decisiones y esta última parece la mejor de todas. El encaje y el amor a primera vista con la Real Sociedad ha sido el trampolín final para el noruego para poder decir que ya es todo un vikingo. 

El fútbol de toque, de querer el balón era vital para el que debe ser el último paso antes de volver a vestir la camiseta blanca. Al fin y al cabo apenas tiene 20 años y un futuro brillante por delante. Elegido como mejor jugador del mes de setiembre de LaLiga está ganando enteros para que esta sea la última cesión. Además ya ha tomado los mandos de la selección noruega, rival de España hoy.

Una nueva oportunidad internacional para demostrar que la paciencia también trae sus frutos.