El objetivo de la permanencia, cada vez más lejos

La visita del Espanyol al Benito Villamarín se saldó con una nueva derrota, la sexta consecutiva en liga. Si bien es cierto que se apreciaron ciertos brotes verdes y ambición de intentar cambiar el resultado, especialmente tras el gol de chilena de César Montes, la llegada de Luis García todavía no ha conseguido romper con la mala dinámica. Se llegó a fantasear con el empate, pero el resultado terminó siendo el mismo que en las cinco jornadas anteriores. 

 La mejora en el juego siempre es una buena noticia pero, con tan solo 27 puntos por disputarse, cada vez es acuciante que las buenas sensaciones comiencen a traducirse en puntos. El margen de error es mínimo, por lo que cada uno de los nueve partidos restantes desprende aroma de final. El resultado ante Cádiz, Getafe, Valencia y Almería, rivales directos por la salvación, marcará la diferencia en esta competida carrera.

La racha de seis derrotas consecutivas, negativa por si sola, iguala además la segunda peor racha del siglo. El precedente se encuentra en la temporada 2018/2019, y no es del todo desesperanzador, ya que ese mismo año el equipo terminó clasificándose para Europa League. La diferencia es que el equipo dirigido por aquel entonces por Rubi arrancó y terminó en muy buena forma, y el bache resultadístico se produjo entre la jornada 12 y la jornada 17, cuando todavía quedaba mucho margen de mejora.

Para encontrar la peor racha del siglo tan solo tenemos que avanzar una temporada respecto al año de la clasificación europea. En la temporada 2019/2020, el cuadro blanquiazul llegó a encadenar ocho derrotas consecutivas bajo los mandos de Rufete, números que terminaron traduciéndose en el descenso a Segunda División.