"Luis García es un enfermo del fútbol"

Hay a quién le invadieron las dudas cuando el Espanyol apostó por Luis García. El mito de la ‘falta de experiencia’. Ya saben. En España somos un poco así. Pasó con Zidane en el Madrid, Guardiola en el Barça... “¿Falta de experiencia en qué, en haber bajado y subido de categoría muchas veces?”, resume Carles Domènech, Director Ejecutivo de la Damm y responsable de que Luis García empezara su carrera como entrenador en España.

Pocos más que él saben de lo que es capaz. Lo ve “preparadísimo”, igual que lo ve el club blanquiazul. El objetivo no es otro que salvarse y a partir de ahí empezar el proyecto. Así, con el entrenador elegido y preparado y con el objetivo más que obvio solo queda aclarar un aspecto clave: ¿A qué juegan los equipos de Luis García? 

Un técnico ‘casado’ con el balón

En la presentación como entrenador del Espanyol, el técnico blanquiazul esbozó algunas líneas de lo que es su libreto de autor: le gusta ser propositivo, atacar, no tener miedo a tener el balón y aprovechar “el juego interior” con jugadores como Darder, Denis Suárez o Nico Melamed. Pero, ¿cómo han sido sus equipos hasta la fecha? Para ello, charlamos con el propio Carles Domènech y con Eric Vega, jugador del Nàstic y que fue capitán del Juvenil A de la Damm con Luis García en el banquillo.

“Lo fiché porque era el mejor de su curso de entrenador. Me reuní un par de veces con él y tuve suficiente. Me convenció con su personalidad y su amor al fútbol. Es un tipo preparadísimo, que mira y estudia mucho el fútbol. Tiene personalidad para liderar proyectos. Lo veo un enfermo del fútbol”, señala Domènech.

Sobre la forma de gestionar un vestuario, el director ejecutivo asegura que “es muy cercano a los jugadores, muy exigente. El liderazgo lo muestra en las victorias y en las derrotas. Le gusta reflexionar mucho y motivar a sus jugadores. Le sale de dentro. Sigue siendo ese jugador que daba volteretas y tiraba la camiseta, pero ahora como entrenador”.

Si hablamos de táctica y estilo de juego, Luis García es un enamorado del balón. Acostumbra a jugar un 4-3-3 con extremos abiertos, aunque es un técnico que “sabe adaptarse a sus jugadores, es versátil”: “Le gusta jugar bien, proponer, ir a buscar al rival a campo contrario y mantener la posesión. A partir de aquí, tendrá diferentes formar de hacerlo, pero siempre con esa idea en la cabeza de ser protagonista”. Una declaración de intenciones para el Espanyol. Hay que ser valientes. Se amoldará a los suyos, pero también hará que los suyos se amolden a sus principios. 

Notable actuación en la Damm

No le fue precisamente mal en la Damm. Cuajó tres grandes temporadas, sobre todo la última, donde realizó una segunda vuelta brutal y se metió en los octavos de final de la Copa Juvenil. Unos méritos que le hicieron dar el salto al RSC Internacional y ahora al Espanyol.

Un salto que no le va a hacer cambiar. Al menos así lo cree Eric Vega, capitán en el último año en la Damm. Habla de él como si aún fuera su técnico: “Es muy normal. Le gustaba ser muy cercano, que sus equipos fueran valientes, que floten, que fluyan. Le gusta que sus equipos ataquen y propongan, tener el balón. Te hace creer en su idea y que el equipo juegue como él quiere. Te convence con sus palabras. Lo vive con mucha pasión”.

Tan apasionado del balón como del aspecto emocional. A Luis García le gustaba “tener charlas con tres o cuatro jugadores a la semana para saber cómo estaban y eso hacía que todos estuvieran metidos en la dinámica. Nos hablaba de una locomotora en la que si todos no echábamos leña se iba parando”.

Tanto Eric como Carles tienen claro que es el técnico ideal para este Espanyol y que tiene conocimientos de fútbol y de vestuario de sobra para forjar un proyecto. “Hace nada era uno de ellos, de los que sufría en ese mismo vestuario”, relata Domènech. Solo habrá que esperar a ver “si la pelotita entra”.