El Espanyol se expone a una sanción económica por los gritos contra Pau López

Pau López fue portero del Espanyol

Pau López fue portero del Espanyol / Ignasi Paredes

Ramón Fuentes

El Espanyol se expone a recibir una multa económica del Comité de Competición tras lo sucedido este domingo en el encuentro ante el Betis. Durante algunos momentos del partido, especialmente en los instantes finales, se pudieron escuchar algunos gritos de "Pau muérete" contra el actual guardameta del Betis y antaño portero del equipo perico.

Gritos que le pueden costar a la entidad perica no sólo esta multa económica, incluso un apercibimiento de cierre en caso de que quede constatado que los mismos se produjeron en un sector concreto de la grada.  

Si bien es cierto que el colegiado del encuentro, el internacional Sánchez Martínez, no hace constar nada en su acta arbitral; va a ser clave lo que recojan tanto el delegado observador arbitral del propio CTA, Jesús Téllez Sánchez, como el propio director de partido designado por la Liga de Fútbol Profesional.

Como ya contamos en SPORT a finales del mes de agosto, esta temporada los delegados observadores arbitrales han recuperado la plenitud de funciones que les permite la normativa federativa. Concretamente el artículo 174 del Reglamento de la RFEF que es quien recoge la figura del delegado informador.

Y esas funciones implican, además de evaluar, informar y calificar la actuación arbitral y asistir al trío arbitral en todo momento, poder denunciar los comportamientos racistas, xenófobos e intolerantes en los estadios de fútbol.

Textualmente el Reglamento dice lo siguiente: "reflejar los actos de racismo xenofobia, intolerancia y en general de discriminación de toda índole que, en su caso se produzcan en los estadios, y cualesquiera otros aspectos…informando a los órganos disciplinarios de la RFEF sobre tales incidentes".

En un acta paralela al arbitral, recogen este tipo de incidencias y se las remiten a la RFEF. Allí antes de poner en conocimiento del Comité de Competición se abre un procedimiento informativo interno y, una vez verificado y constatado, se pone en conocimiento del organismo disciplinario de la RFEF para que disponga la sanción correspondiente.

No sólo eso, incluso se le da traslado a la Comisión Nacional para la Violencia en los espectáculos deportivos para que también actúe conforme a su normativa.

Así pues va a resultar clave el escrito que el delegado arbitral designado este domingo para el Estadio de Cornellà, el excolegiado Jesús Téllez Sánchez, envíe a la Federación Española y esta remita al propio Comité de Competición, y en su caso a la Comisión Nacional contra la violencia.

Si bien esta última no tiene capacidad sancionadora, sólo propone y son los distintos órganos dependientes del estado quienes la ejecutan en función de la cuantía de la misma.

La sanción a Osasuna

Ya existen además precedentes de sanciones por esta circunstancia esta misma temporada. Por ejemplo en el Osasuna- Elche disputado el pasado 26 de agosto en el Sadar y correspondiente a la segunda jornada de Liga.

Una semana después, el Comité sancionó al equipo navarro con una multa de 1.500 euros por "cánticos intolerantes/insultantes que se entonaron por parte de los aficionados locales…recogidos por el delegado informador". Emilio María Navas Lasa fue el delegado designado por el CTA para ese encuentro y quien hizo constar los cánticos intolerantes.

Si bien inicialmente la multa parece testimonial, se encuadra dentro del artículo 89 del Código Disciplinario relativo a los actos notorios y públicos que atenten a la dignidad y decoro deportivos, calificados además como graves.

El artículo prevé una sanción entre 602 y 3.006 euros, luego estaríamos hablando de un grado medio, pero también fija la opción de poder llevar a cabo un cierre parcial de la grada si está claramente determinado desde dónde salieron estos gritos xenófobos e intolerantes.

La sanción impuesta en su día al club navarro es perfectamente aplicable al Espanyol. No sólo la propia multa económica, sino también el apercibimiento de cierre del estadio en caso de que volviera a repetirse situaciones similares.

Un cierre que, como bien recoge la norma, suele ser inicialmente parcial, siempre y cuando esté muy delimitado el sector donde se produjeron los gritos contra el exguardameta del Espanyol.

También en este aspecto puede jugar un papel importante la denuncia que LaLiga traslade al Comité de Competición en función del informe del director de partido presente en el estadio perico.

Como también ya os contamos en SPORT, todos los clubes de Primera y Segunda división son conocedores de esta nueva realidad y fue la propia RFEF quien se lo puso en conocimiento a través de una carta informativa.

Es más, la intención federativa es formar un cuerpo de oficiales especializados que en el futuro sean quienes realicen esta labor de control. Mientras esa formación se completa, son los delegados informadores arbitrales quienes la van a ejercer.