Darder, adiós a un símbolo

El mago de Artà pone rumbo al Mallorca tras seis temporadas defendiendo los colores del Espanyol

El adiós de Darder supone un duro revés en lo deportivo, pero también a nivel sentimental

Atlético de Madrid - Espanyol | El gol de Sergi Darder

El gol de Sergi Darder / LALIGA

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El culebrón del verano en clave blanquiazul ha llegado a su fin. Sergi Darder, cuyo fichaje por el Mallorca ya se ha hecho oficial, se despide del Espanyol con 237 partidos a sus espaldas repartidos en seis temporadas. El adiós del mago de Artà supone la pérdida del mayor pilar, tanto dentro como fuera del campo, de la época más reciente de la institución.

La marcha de Darder una vez certificado el descenso era un secreto a voces, pero no por esperada ha sido menos dolorosa. El centrocampista balear, nombrado capitán tras su renovación hasta 2026 el curso pasado, se ha convertido en un auténtico símbolo del conjunto blanquiazul por derecho propio. El 'Darderismo' caló hondo entre los aficionados, que siempre sintieron al ahora futbolista del Mallorca como uno de los suyos.

Darder celebraba los triunfos como un aficionado más, pero también era el primero en dar la cara cuando no venían bien dadas. Fue fundamental en la histórica clasificación para la Europa League, y no se le cayeron los anillos cuando, apenas una temporada después, tuvo que defender los colores del equipo en Segunda División.

Cuando el Espanyol certificó su descenso a la categoría de plata en Mestalla tras ceder un empate en el descuento, Darder lloró como el que más. Sus lágrimas, que simbolizaron el sentir de todo aficionado perico, parecían el indicativo de que volvería a bajar al barro para liderar nuevamente al equipo en busca del ascenso. Sin embargo, esta vez no ha sido así, y se despidió del equipo de sus amores a dos días del debut en Segunda División ante el Albacete.

El mago de Artà, formado en las categorías inferiores del Espanyol, se ha dejado seducir por la posibilidad de seguir jugando en la élite. Algo que podrá seguir haciendo de la mano del Mallorca, club de su ciudad natal que cuenta con uno de los proyectos más estimulantes de Primera División. El adiós de Darder es un duro revés deportivo, pero también a nivel sentimental. Se despide el gran capitán y símbolo blanquiazul de los últimos años.