Ronaldinho ya no es Ronaldinho

MESSI TIENE QUE JUGAR DE MESSI. De entrada hay que decir que el empate del Barça en Sevilla será bueno o malo en función de lo que haga hoy el Madrid. Si sirve para reducir distancias será positivo, pero en la hipótesis de que ganaran los blancos, verse a ocho puntos sería una decepción. Al margen de esta consideración, una cosa fue evidente anoche, el equipo de Rijkaard en ningún momento dio la sensación de que jugaba un partido en el que le iba la Liga. Domina pero no tiene pegada, lucha pero sin aquella actitud ganadora que distingue a los campeones. Sobre el papel tiene por nombres la mejor delantera del mundo y le cuesta horrores marcar un gol, es un mal endémico que le hace sufrir en todos los partidos. Por si fuera poco, en la primera parte cometieron el gran error táctico de colocar a Messi como falso delantero centro donde apenas brilló ya que sus regates se perdían lejos del área. Messi tiene que jugar de Messi, por la derecha y directo a gol, como en la segunda parte cuando dio el gol a Xavi y provocó la expulsión de Keita.

XAVI, EL SALVADOR. Cuanto tienes a Henry, Messi y Ronaldinho y Xavi te tiene que sacar las castañas del fuego, mala señal. Si ante Osasuna el canterano marcó un tanto que fue celebrado como si fuera de Champions, anoche volvió a conseguir un gol salvador ya que la derrota hubiese sido un mazazo. La verdad es que esperábamos más de un Barça que sigue jugando a ritmo de diésel, sin capacidad de sorprender y con una alineación que tenía bastantes lagunas. Oleguer las pasó canutas ante Capel, Edmílson jugó andando y Thuram en el uno contra uno siempre esta en inferioridad. Tras el descanso el Sevilla cometió el error de echarse atrás creyendo que con defender tenía suficiente y el Barça hasta pudo llevarse la victoria en los minutos finales. Lástima que se despertaran demasiado tarde.

NI LAS FALTAS TIRA BIEN. Rijkaard no dudó en sacar al brasileño y a Márquez para deshacer el entuerto en el descanso. Con cuarenta y cinco minutos por delante eran muchos los que esperábamos que Ronnie se ganara la titularidad perdida. Todo lo contrario, con su triste actuación demostró que el técnico tiene razón cuando le deja en el banquillo a pesar de que el equipo sufría nueve bajas. Es triste reconocerlo pero Ronaldinho no parece Ronaldinho. No destaca ya ni en el lanzamiento de las faltas. Ayer tuvo hasta cuatro oportunidades y no acertó ninguna vez con el marco. En cuanto a su juego, está lento y sin recursos. Sus pases no llevan peligro y cualquiera le roba el balón. El Barça comienza a tener un problema grave: recuperarle parece difícil, tenerle en el banquillo tampoco es solución.