Historia SPORT

Historia SPORT

Los dardos, un deporte más allá de Luke Littler

La historia de Luke Littler ha elevado la expectación por un deporte que muchos han empezado a descubrir ahora

Tito Salvadó, presidente de la Federación Catalana de Dardos, atiende a SPORT para explicar la realidad de su deporte

Los dardos, un deporte más allá de Luke Littler

Los dardos, un deporte más allá de Luke Littler / Federación Catalana de Dardos

Alguer Tulleuda Bonifacio

Alguer Tulleuda Bonifacio

Puede parecer puro entretenimiento de taberna para el público general, un simple divertimento propio de los pubs al que jugar cuando llevas unas cervezas de más o un pasatiempo momentáneo que no va más allá de un juego trivial. La realidad es que los dardos, como deporte, esconden una de las historias más especiales que se conocen.

La repentina aparición de Luke Littler ha elevado la expectación entorno a un deporte al que muchos no consideran como tal. El jovencísimo jugador británico, subcampeón del Mundial de Dardos con apenas 16 años, ha puesto patas arriba toda Inglaterra opacando en su país natal el frenesí de los partidos navideños de la Premier League o los rumores por el fichaje de Kylian Mbappé.

Sin embargo, la historia del 'misil nuclear' solamente es la punta de un iceberg desconocido para el público en general. Los dardos son un deporte con miles de competidores que intenta abrirse paso constantemente entre los prejuicios de la gente.

La profesionalización, una lucha constante

Los dardos se debaten constantemente entre ser un deporte casual o profesional. La tradición nos lleva a establecer que los dardos sean un deporte que se dispute en pubs, una práctica que es habitual en muchos clubes de dardos que no se pueden permitir un local propio. Los equipos aseguran poder minimizar costes, así que acuerdan con otros establecimientos su espacio propio con una sala reservada donde poder jugar a los dardos.

En los dardos, el dinero que ganas proviene directamente de los premios recibidos. En Inglaterra, la dimensión que ha ganado el deporte en los últimos años ha sido tremenda, sobre todo con la llegada de patrocinadores, normalmente casas de apuestas, y la cesión de los derechos de imagen que hacen que el deporte profesional tenga más dinero y pueda disfrutar de más deportistas profesionales.

Los dardos en Cataluña

Los dardos, un deporte más allá de Luke Littler

Los dardos, un deporte más allá de Luke Littler / Federación Catalana de Dardos

En Catalunya, la competición tiene una tradición arraigada que se origina en la costa turística catalana. Los deportistas ingleses que venían a veranear a la costa catalana buscaban el clásico pub donde poder jugar a su deporte, por lo que los establecimientos empezaron a instalar dianas progresivamente para atraer a más jugadores.

El deporte se fue popularizando hasta que unos años después, en 1990, nació la Federación Catalana de Dardos con la finalidad de regular la práctica de los dardos en la región. Como cualquier otro deporte, los dardos tienen unos valores, unas normas y una competición, un marco deportivo que Tito Salvadó, presidente de la FCD, intenta promocionar y salvaguardar a través de la asociación.

Recientemente, la Federación Catalana ha podido finalizar un proceso disruptivo en el que han podido adaptar todas las competiciones a un nivel digital. Los dardos son un deporte tradicional, aunque la virtualización es un proceso adelante en la profesionalización del deporte en la región. La entidad catalana es miembro de la Federación Mundial desde 2011, un privilegio que permite a los competidores nacionales clasificar a torneos mundiales a través de un sistema de ránkings que se disputan un sábado al mes.

La Selección Catalana venció a Luke Littler

El potencial local es incuestionable. El pasado mes de octubre se celebró en Gibraltar un torneo donde participaron deportistas catalanes de la Federación. En una de las competiciones de calentamiento, la pareja catalana formada por Carles Arola y Daniel Zapata ganaron la final contra el ídolo inglés Luke Littler, por aquel entonces apenas un jugador amateur, y su compañero.

No es el único logro de la Selección Catalana en el mundo de los dardos. A finales de septiembre, Carles Arola conquistó un histórico bronce en la Copa del Mundo que, hasta la fecha, es el mayor hito de la historia de este deporte en Catalunya. También existe talento entre los más jóvenes, especialmente Kilian Perales, que ha conseguido clasificarse por segundo año consecutivo para el Masters Mundial.

La selección, desde 2011, participa en todas las competiciones internacionales: la Copa de Europa, la Copa del Mundo así como la Mediterranean Cup. A nivel individual, los deportistas también pueden participar representando a Catalunya en las competiciones que clasifican para el mundial de dardos individual. Desde la Federación Catalana de Dardos celebran los éxitos de sus competidores, aunque son conscientes de las limitaciones actuales del deporte en la región. La entidad busca tener más inscritos, mejorar estructuras, conseguir mejores competiciones... es un largo camino.

El futuro de los dardos

La repercusión mundial por Luke Littler parece haber despertado el interés por un deporte que muchos han empezado a descubrir ahora. La profesionalización de los dardos pasa por la mejora en las competiciones así como de sus deportistas, que aspiran a poder obtener mejores condiciones para poder entrenar.

Puede parecer puro entretenimiento de taberna para el público general, un simple divertimento propio de los pubs al que jugar cuando llevas unas cervezas de más o un pasatiempo momentáneo que no va más allá de un juego trivial. La realidad es que los dardos, como deporte, tienen un gran potencial para popularizarse en los próximos años.