Jair Bolsonaro, hincha del Palmeiras, no estará en la final de la Libertadores

Al no poder entregar el trofeo por las restricciones del Covd-19, el presidente brasileño decidió no ir al Maracaná

Bolsonaro tampoco veía con buenos ojos tener que asistir al Palmieras- Santos con la mascarilla puesta

Jair Bolsonaro en la entrega de la copa del Brasileirao 2018 al Palmeiras

Jair Bolsonaro en la entrega de la copa del Brasileirao 2018 al Palmeiras / SE Palmeiras

Joaquim Piera

Joaquim Piera

El sueño de cualquier torcedor del Palmeiras sería estar este sábado en Maracaná para ver la final de la Copa Libertadores de América contra el Santos. De todos, no... porque el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, hincha declarado del tradicional club de la colonia italiana de Sao Paulo, ha declinado la invitación de la Conmebol (y también del Palmeiras) y se ausentará de una final 100% brasileña.

El motivo del desplante no es otro que la Conmebol informó al dirigente que no podría entregar el trofeo de campeón por las restricciones impuestas por la crisis sanitarias del Covid-19.

La final se disputa a puerta cerrada, pero habrá 5.000 personas en Maracaná, incluyendo todos los trabajadores encargados de la organización del evento, operadores técnicos para generar la transmisión televisiva, periodistas acreditados, un reducido número de espectadores (la mayoría responden a compromisos de los patrocinadores), autoridades y, claro, las delegaciones del Palmeiras y el Santos. De todos ellos, solo el equipo arbitral y el cuerpo técnico y la plantilla de los dos finalistas podrán pisar el terreno de juego. No habrá excepciones.

Y claro, Bolsonaro, un populista de la peor calaña, se quedaba sin poder aparecer en las imágenes que inundarán todos los informativos televisivos y coparán las portadas de las ediciones dominicales de los periódicos en Brasil. Sin foto no hay porque estar en Maracaná. Así de sencillo.

Máscaras y PCR

Otro punto de fricción es el hecho que, como todos los presentes en la final, el presidente brasileño tendría que presentar un PCR hecho en las 72 horas antes del encuentro. Además tendría que asistir al encuentro con la mascarilla puesta, una práctica que ciertamente no es de su gusto.

La influencia del Palmeiras en la vida de Bolsonaro está presente desde el momento en que nació ya que debe su nombre de baptismo a Jair Rosa Pinto, ídolo del Verdao en la década de los 50 y que estaba presente en el Maracanazo, del cual el padre del ahora presidente, Geraldo Bolsonaro era un admirador y quiso homenajearlo.

La pasión del dirigente por el Palmeiras es, como mínimo, controvertida. El presidente ultraderechista instrumentaliza el fútbol para promoverse y como herramienta política. En los dos años en el cargo, Bolsonaro ya se ha puesto más de 80 camisetas de clubes brasileños en actos públicos o en sus momentos de ocio.

Entregó el trofeo del Brasileirao 2018 al su Palmeiras, en el Allianz Parque, vestido rigurosamente de verde, pero no ha tenido ningún reparo en vestir la camiseta de acérrimos rivales como el Corinthians, en un acto con el exjugador Marcelinho Carioca que era candidato en las últimas elecciones municipales, o del propio Santos, adversario hoy del Verdao.