Palmeiras - Santos, un clásico paulista que vale una Copa Libertadores

El nuevo Rey de América saldrá de una final inédita entre Verdao y Peixe en un Maracaná enmudecido por el Covid-19

El Palmeiras es favorito por la profundidad de su plantilla, pero el Santos está cómodo siendo un outsider

Palmeiras o Santos cogerán el relevo del Flamengo como Rey de América

Palmeiras o Santos cogerán el relevo del Flamengo como Rey de América / SEP - Cesar Greco

Joaquim Piera

Joaquim Piera

Un Maracaná silenciado por el Covid-19 entronizará al nuevo Rey de América (21 horas CET) en un clásico inédito entre Palmeiras y Santos en una final de Copa Libertadores, de América

El Verdao ejerce de favorito, por su plantilla (una de las más caras y profundas del continente) y por la competitividad y variedad táctica que su técnico, Abel Ferreria, le ha imprimido, excepto el gran susto en la vuelta de las semis cuando el River Plate rozó la proeza de levantar el 0-3 de la ida.

El Peixe hace de outsider y acepta el rol de francotirador. Lo suyo en esta Libertadores es un acaso. Su técnico Cuca, el mismo que ganó el título en 2013 con Ronaldinho Gaucho en el At. Mineiro, ha obrado el milagro de dar forma a un equipo de retazos en medio de una crisis institucional y deportivo-financiera con la prohibición de la FIFA de hacer contrataciones.

Los dos equipos paulistas, que mantienen una rivalidad avivada desde la época de Pelé en el Santos y la llamada Academia del Palmeiras, no tienen la exuberancia y la calidad del último campeón, el Flamengo de Jorge Jesus (si se impone el Verdao dos técnicos portugueses consecutivamente ganarán el título).

Las estrellas de esta final son de clase B. En el Verdao se destaca el portero Weverton, campeón olímpico en Río 2016 y habitual en las convocatorias de Tite en la Seleçao; el capitán Gustavo Gómez, un central paraguayo que estuvo en el Milan; el mediapunta Rony, que pasó de ser el patito feo al futbolista más determinante de la competición (con 5 goles y 7 asistencias); y su delantero centro, el veterano Luiz Adriano, de 34 años, que contabiliza 20 tantos esta temporada (5 de ellos en el torneo).

El Santos, que saldrá a atacar, lo basa todo en los creativos Marinho, que a los 30 años está firmando el año de su vida con 23 goles y 8 asistencia, y Yeferson Soteldo, el venezolano de 1,60m de altura que lleva la ’10 de Pelé: de antemano sonaría a una herejía pero es el tercer jugador que más ocasiones de gol ha generado en la Libertadores (con 28).

Talento precoz dos 'meninos prodígio'

Los dos finalistas honoran la tradición de revelar jóvenes talentes. El Palmeiras, desde que Gabriel Jesus fue vendido al City en 2016, ha recuperado su cantera y puede decir, con orgullo, que tiene la mejor base de Brasil. Gabriel Menino (20 años), un lateral total a quien ya comparan con Cafú, es titularísimo en el doble pivote. A su lado tendrá a Danilo (19 años). Y el mejor diamante, Gabriel Veron (18 años) un extremo habilidoso y goleador, esperará su oportunidad ya que llega justo de preparación por una lesión muscular.

Y el Santos, que ganó su última Libertadores en 2011 con Neymar (entonces con 19 años) y Ganso (con 22), apuesta en el talento de Kaio Jorge, que con 18 años, es el delantero titular.

El titulo impulsará a cualquiera de los dos campeones. El Palmeiras completaría un ciclo victorioso de reconstrucción: Copa do Brasil (2015), Brasileirao (2016 y 2018), Campeonato Paulista (2020). Sería su segunda Libertadores, tras la ganada en 1999 con Luiz Felipe Scolari de técnico y Alex de ‘10’, y superará el palmarés de su eterno rival, el Corinthians, que ganó en 2012 el título. Además le permitirá disputar, acto seguido, el Mundial de Clubes, una obsesión convertida en meme, ya que sus tres rivales paulistas lo han ganado (el Santos en la versión de la Intercontinental).

Y el Peixe, por su parte, se convertiría en el primer tetracampeón brasileño del torneo, superando al Sao Paulo y al Gremio. Fueron dos títulos con Pelé, uno con Neymar… y ahora con Cuca como alquimista desde el banquillo.