La Copa 2019 / 2020 no tiene todavía televisión donde poder verla

Este martes 4 de diciembre que arranca la vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, casi un mes después de la disputa de la ida, conviene saber que ahora mismo no hay operador de televisión interesado en la próxima edición del 2019-2020 del torneo del KO. Nadie ha mostrado interés por adquirir todo el paquete de la segunda gran competición del país.

La explicación a esta situación es la siguiente. El Real Decreto de 5 de abril del 2015 para la comercialización de los contenidos audiovisuales de las competiciones del fútbol profesional, establece dos escenarios posibles para la venta de la Copa del Rey.

Uno es el que se ha venido produciendo hasta ahora y consiste en que ha sido la Liga, por decisión de la RFEF, quien a comercializado estos derechos dentro además de su paquete global, salvo la final del torneo y la Supercopa que los gestiona directamente la propia Federación Española de Futbol. A cambio de esta gestión la RFEF percibe un 1% de los ingresos totales en la comercialización conjunta de los derechos audiovisuales. Es decir alrededor de 14 millones de los 1400 que está percibiendo actualmente LaLiga por estos derechos tanto en España como en el resto del mundo. Dinero que, según el propio Real Decreto, la RFEF “destinará el porcentaje de la contraprestación recibida que determine la Asamblea General a las entidades participantes de las categorías no profesionales que disputen la Copa del Rey”.

Pero también el Real Decreto dentro de este artículo 8 relativo a las especialidades y reparto de los derechos de la Copa y Supercopa establece que puede ser la RFEF quien comercialice directamente estos derechos. Y está es la situación en la que nos encontramos. La RFEF comunicó a LaLiga hace meses que asumían ellos directamente esta gestión y no como se ha venido produciendo hasta ahora en estos últimos tres años que Laliga ha incluido la Copa dentro del paquete global; para empezar a venderlos ellos directamente año a año y no por tres años como se adjudican los derechos de retransmisión de la competición liguera.

El problema con el que se está encontrando la RFEF es que ningún operador de televisión está interesado inicialmente en la próxima edición 2019-2020 del torneo copero. Hasta el punto que ha tenido que recurrir a la patronal para pedirles que les eche una mano en su comercialización. El problema es que la Liga ya ha adjudicado el paquete de la Liga para los próximos tres años (temporadas 2019-2020, 2020-2021, 2021-2021) y lógicamente ahora ya no puede incluir la Copa dentro de esta oferta.

La Liga espera ingresar cerca de 2300 millones en derechos de televisión el próximo trienio.

Una venta que, según dijo Javier Tebas en un foro celebrado en Valencia el pasado lunes 26 de noviembre, esperan ingresar alrededor de 2300 millones por temporada. Esto incluye tanto los derechos en España como en el resto del mundo.

Es decir que, si la RFEF hubiera dejado en manos de LaLiga esta explotación de Copa como hasta ahora se estaría asegurando, según estas previsiones de la patronal, alrededor de 23 millones de euros por temporada. Dinero que, como exponíamos líneas atrás va a los clubes modestos en el porcentaje que determine la Asamblea General.

De esta forma ahora mismo la RFEF no tiene comprador y necesita uno con el hándicap añadido que, de la cantidad resultante que consiga y siempre según el Real Decreto de abril del 2015, el 90% se destina a los clubes profesionales de LaLiga y el 10 por ciento restante a la promoción del fútbol aficionado y los equipos de otras categorías que participen en la competición.

A esto esta situación que ahora mismo preocupa seriamente en la RFEF debemos añadir que la intención inicial es la de modificar el formato del torneo para la próxima temporada dejando en sólo un partido directo las eliminatorias a partir de octavos o cuartos. Algo que también afecta a la hora de vender el paquete de la próxima temporada dado que a menor número de partidos que puedan ser televisados, menor cantidad pagará el operador que finalmente lo adquiera.