Urruti, héroe para siempre

1985

1985 / sport

Juan Manuel Díaz

- Joaquim M. Puyal con su ‘Urruti t’estimo’, inmortalizó el éxito blaugrana

- Tras once años en los que el 'soci' sentenciaba: 'aquest any, tampoc', por fin llegó el momento del 'aquest any, sí!'

SPORT tuvo que esperar casi seis años para poder compartir con sus lectores un momento muy especial para la ‘Gent blaugrana’, la conquista de una Liga de fútbol. Para el FC Barcelona fue la décima de su palmarés y supuso una explosión de júbilo que colapsó las calles de la ciudad. El título llegaba a las vitrinas del club once años después del éxito de 1974 a cargo de Cruyff, Rexach y Rinus Michels. Nuestro diario lanzó una edición especial de 32 páginas y al día siguiente una tirada de 150.000 ejemplares.

El camino hacia el título tuvo un inicio rutilante en el Santiago Bernabéu, consagrando a dos canteranos como Juan Carlos Pérez Rojo -en el primer equipo desde 1983- y Ramon María Calderé, la nueva revelación del plantel; y un final emocionante que elevó a Javier Urruti a la categoría de héroe. 

Tras la marcha de Menotti y Maradona, el presidente Núñez apostó por un joven técnico inglés, Terry Venables, procedente del Queen Park Rangers quien por su parte reclutó a otro británico, el delantero escocés del Tottenham Hotspur Steve Archibald.

Las dudas se transformaron en ilusión cuando en la primera jornada los blaugranas se impusieron por 0-3 en el clásico ante el Real Madrid. A pesar del disgusto en la primera ronda de la Recopa, eliminado con estrépito por el Metz (0-3 y 1-4), el Barcelona funcionó muy bien en el campeonato y cerró el año venciendo de nuevo al Real Madrid en el Camp Nou (3-2) y reafirmando su liderato con 6 puntos de ventaja. La afición empezó la cuenta atrás para cantar el alirón y la primera oportunidad llegó a seis jornadas del final, en el desplazamiento a Alicante pero el Barça cayó 1-0 ante el Hércules. 

Una semana después, el 24 de marzo, el equipo visitó al Real Valladolid decidido a proclamarse campeón. Clos (9’) adelantó al Barça, pero Mágico González equilibró el marcador (14’). En el minuto 65, Alexanko estableció el 1-2. Todo parecía encarrilado, pero a dos minutos del final el árbitro Sánchez Arminio señaló un discutido penalti. Urruti detuvo el lanzamiento de Mágico González y fue entonces cuando Joaquim Maria Puyal, el irrepetible comunicador que narraba para Ràdio Barcelona el encuentro, liberó toda su emoción y alegría con su legendario: "Urruti t’estimo!". Era la recompensa a un equipo repleto de figuras que brillaban como colectivo.

Tras celebrar la Liga, el barcelonismo se fijó un nuevo reto para la campaña 1985-86: la Copa de Europa. La plantilla solo se reforzó con el fichaje de Raúl Amarilla y el ascenso de jugadores del plantel, como Pedraza, Fradera y Covelo. 

La segunda mitad de 1985 no arrancaría demasiado bien para el equipo de Venables, con la derrota en la Supercopa de España frente al Atlético de Madrid (1-0 y 3-1). El Barça cerró el año venciendo al Racing (2-0) y situado segundo en la clasificación con 25 puntos, a cuatro del Real Madrid, pero clasificado para cuartos de final en Europa, la máxima prioridad y eso lo perdonaba todo para la masa social.

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¿QUÉ FUE DE ÉL?

La desaparición de Javier Urruticoetxea el 24 de mayo de 2001 en un accidente de tráfico fue un mazazo para el barcelonismo. Aunque llevaba trece años retirado, el vasco seguía siendo una personalidad en el club, por su aportación deportiva y su carisma.

Los aficionados más veteranos recuerdan su presencia en la portería, ágil, potente y espectacular, y sus silbidos para avisar y reordenar a la defensa. Tras iniciarse en la Real Sociedad y pasar por el Espanyol, defendió la meta barcelonista entre 1981 y 1988, cuando culminó su relevo por Andoni Zubizarreta.

A partir de entonces, desarrolló su labor en la faceta privada y también en el ámbito de la política, con Convergència i Unió (CiU). Aquella fatídica mañana, el coche de Urruti se salió de la vía en el kilómetro 3 de la B-20 cuando regresaba a su domicilio en Esplugues de Llobregat y chocó con la valla protectora.

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LA TRAGEDIA DE HEYSEL: LA FINAL MÁS TRISTE DE LA HISTORIA DEL FÚTBOL

Michel Platini marcó el 1-0 en el minuto 57 al transformar un penalti dudoso, pero nadie analizó la acción: todavía se evacuaban los cadáveres de las víctimas de la barbarie vivida un par de horas antes en el estadio de Heysel, hoy día remodelado y rebautizado Rey Balduino.

La proximidad en las gradas entre aficionados radicales del Liverpool, los ‘hooligans’, y ‘tifosi’ italianos; las obsoletas instalaciones del estadio (las zonas de gol tenían localidades de pie); las vallas que rodeaban el terreno de juego y se convirtieron en una jaula mortal; los antecedentes de la final de 1984 entre seguidores del Liverpool y de la Roma... Este cúmulo de factores de riesgo estallaron aquel 29 de mayo con la acción de los radicales ingleses emitida en directo por la televisión. La avalancha costó la vida a 39 aficionados y provocó 600 heridos. Técnicos y jugadores de la Juve no querían jugar, pero se les obligó a hacerlo por temor a que la suspensión desatara una violencia de dimensiones colosales.

Como consecuencia de la tragedia de Heysel se retiraron las vallas ‘protectoras’ y se rehicieron los protocolos de seguridadLos clubs ingleses fueron excluidos de las competiciones europeas cinco años y el Liverpool diez aunque su castigo se rebajó a seis.Catorce aficionados ingleses fueron condenados a tres años de prisión pero cumplieron la mitad al admitir el recurso y considerar los hechos homicidio involuntario.