Última bala para la Liga

El duelo de esta noche en el Santiago Bernabéu es la primera pelota de partido que tiene el Real Madrid para dejar el título de Liga sentenciado. A los blancos les sirve dos de los tres resultados posibles porque la distancia con el Barça es de ocho puntos y todo lo que no sea ganar será decir adiós a seguir teniendo opciones de reeditar el campeonato liguero. Si los blaugrana no suman los tres puntos, se habrá acabado la calculadora, el echar una mirada al calendario y el estar pendiente de lo que hagan los de Ancelotti.

Xavi tiene cuentas pendientes en el clásico

De hecho, la situación se parece mucho a la de la temporada pasada, cuando el Real Madrid llegó al Camp Nou en la jornada 26 con nueve puntos de desventaja respecto al Barça, que era el líder. Aquel encuentro acabó con un 2-1 que certificó de forma prácticamente definitiva la conquista de la Liga para los de Xavi Hernández, que encararon las últimas doce jornadas con una cómoda distancia de seguridad. En esta ocasión, la situación es incluso mejor para los blancos porque, tras este clásico, solo faltarán seis partidos por disputar, un total de 18 puntos para, en el mejor de los casos, recortar una diferencia de cinco.

El vestuario sigue creyendo, no por obligación, sino por convicción en las opciones que tienen de ganar el título por segundo año consecutivo. Y es que, más allá de las matemáticas, conquistar el Santiago Bernabéu supondría un refuerzo anímico para los futbolistas después de una semana muy dura. Superar al equipo de Ancelotti ayudaría a pasar página a la cruel eliminación en la Champions a manos del PSG y obligar al Real Madrid a no bajar la guardia mientras, de forma paralela, sigue compitiendo en Europa.

Gestionar de la mejor manera posible la resaca emocional vivida por la resolución de los cuartos de final será una de las claves en ambos equipos. La imagen mostrada ante Manchester City y PSG, respectivamente, fue absolutamente distinta, al mismo nivel que el resultado final, pero el desgaste físico, en principio, debería ser mayor en los blancos, que jugaron una prórroga. El Barça, además, ha tenido un día más de descanso para desconectar de la Champions y centrarse, única y exclusivamente, en apurar sus opciones en la Liga. Pocos clásicos tienen una lectura tan clara como el de esta noche: si el Barça no gana, se habrá acabado la temporada para los de Xavi, que dirán adiós a la última posibilidad de no irse de vacío.