Las claves del Clásico copero

Valverde se esconde lo máximo posible para no dar pistas al Madrid

Ernesto Valverde hizo entrenar a los jugadores incluso más alejados de lo habitual durante los minutos abiertos a los medios en el entrenamiento previo al partido ante el Madrid  / Laia Cervelló

Toni Frieros

Messi no estaba lesionado. Por eso esta noche estará en el clásico. Las molestias en la zona derecha de los aductores fueron producto de un golpe, no como consecuencia de un estiramiento muscular. Ese ‘detalle’ ha sido fundamental.

El trabajo de fisioterapia y masaje durante estos tres días  ha surtido su efecto, de tal guisa que ayer tarde se pudo ver a Leo entrenando con normalidad junto al resto de sus compañeros.

Los barcelonistas pueden estar tranquilos porque, salvo recaída o molestias posteriores, el mejor jugador del mundo estará ante el Real Madrid.

Sin riesgos

Lo único que podría ocurrir es que Valverde y Messi pactaran, como ya han hecho en más de una ocasión, si sale de inicio o lo reserva para la segunda parte, teniendo en cuenta el golpe sufrido. Lo que no harán, desde luego, ni uno ni otro, es correr el más mínimo riesgo.

Aunque un clásico siempre es de vital importancia, se trata de una eliminatoria a la que, pase lo pase esta noche en el Camp Nou (21,00 horas), le quedará todavía el partido de vuelta. Por lo tanto, política de prudencia y gestión sin riesgos.

La presencia de Messi, desde luego, es una mala noticia para un Real Madrid que, sin embargo, llega al Camp Nou muy crecido de moral después de sus últimos resultados. En la memoria colectiva queda, sin duda, aquel 5-1 del partido de Liga que se disputó sin la presencia en el terreno de juego de Leo, convaleciente de una lesión en el codo derecho.

Que cada partido es una historia diferente es una obviedad y nada tiene que ver con el siguiente, mucho menos en los clásicos, donde está demostrado que poco o nada importa en qué momento llegan ambos equipos.

Este duelo tan esperado por todos, nos deja una curiosidad. El Real Madrid es el cuarto equipo español al que Messi le ha marcado más goles (26) en 38 clásicos. Una auténtica barbaridad. Sólo anotado más ante el Sevilla (33 goles), Atlético de Madrid (28) y Valencia (27). Pero... sí, hay un pero. El capitán azulgrana jamás ha perforado la portería del Real Madrid en partido de Copa del Rey, ni en el Camp Nou, ni en el Bernabéu ni en las finales que han dirimido.

Será la quinta vez que azulgranas y blancos se vean las caras en esta competición dentro de la actual década. Una década dominada por el FC Barcelona, con siete presencias en finales, de las que ha ganado cinco, cuatro consecutivas. El Madrid le arrebató dos títulos y le echó una vez en cuartos y otra en semifinales.

Messi quiere jugar y jugará. Siempre desea ganar y esa ambición es la mejor arma de un Barça que va a por el triplete. ¡Sea!