Los héroes inesperados del clásico

Solemos centrar nuestro foco de atención hacia lo más ‘resultón’. Esperamos siempre lo máximo de los cracks, de las grandes estrellas. Pero, ¿Y cuándo aparecen aquellos héroes sin capa, esas figuras que no han salido ni siquiera con una pequeña mención en las previas? Esto es un pequeño ‘homenaje’ a aquellos nombres que han sido determinantes en la historia de los clásicos o que han aparecido con un gol importante cuando nadie esperaba absolutamente nada de ellos.

Porque los Amancio, Butragueño, Raúl, Messi, Cristiano, Cruyff, Ronaldinho, Romario o Laudrup era lógico que aparecieran. Estaban ‘obligados’ a ello por ascendencia, por talento y por sueldo. ¿Quién esperaba a Iván Iglesias, a Santi Aragón, Jeffren o a Giovanni? 

ARAGÓN E IGLESIAS

A principios de los años 90, un jovencísimo canterano del Real Madrid de nombre Santiago Aragón decidió entrar en la historia de los Real Madrid-Barça con una obra de arte. Fue en la vuelta de la final de la Supercopa de España 1990. El conjunto blanco, entrenado por Di Stéfano, tenía el título en el bolsillo. Había ganado 0-1 en la ida y dominaba por 3-1 en el Bernabéu. Y Aragón, que había sido titular de forma sorprendente, apareció con una vaselina casi desde el centro del campo que sorprendió a Zubizarreta.

Tres años después llegaría el momento de gloria de Iván Iglesias. En una de las grandes obras de arte del ‘Dream Team’, el cuadro de Cruyff venció al Real Madrid por 5-0 el año 1994 en Liga. Iván Iglesias, centrocampista asturiano que era un actor residual para Cruyff, entró en el 75’ y completó la ‘manita’ batiendo a Buyo. Acto seguido, la imagen icónica de Tony Bruins abriendo la palma de la mano. 

GIOVANNI Y LAS 'BUTIFARRAS'

Nuestros siguientes protagonistas son de lo más exóticos. ¿Quién no recuerda las míticas ‘butifarras’ de Giovanni en aquel triunfo por 2-3 en el Bernabéu el año 1997? El brasileño aprovechó una asistencia de Figo en el 79’ y dedicó tres peinetas (una por cada gol) a la afición madridista. Por su lado, Anelka se estrenó como goleador en el Madrid en un clásico. Un triunfo 3-0 el año 2000. El galo, un ‘bad boy’ que apuntaba altísimo y se quedó en nada.

Cómo olvidarnos del 0-2 de McManaman en la ida de semifinales de Champions en 2002. Muy doloroso para los culés y vital para el pase a la final del Madrid. Acabaría ganando con la mítica volea de Zidane.

Y los más recientes. El tanto de Jérémy Mathieu en el clásico liguero de la temporada 2014/15. El francés, seguramente injustamente tratado en can Barça, abrió la lata con un gol de cabeza que acabó siendo clave. Y Mariano Díaz. No contaba para Zidane, entró en los minutos de la basura del clásico de 2020 y marcó el 2-0 a los 40”.