Kristoff se impone a todos en la Milán-San Remo

El noruego del Katusha sorprendió en el esprín a los favoritos y se adjudicó este domingo la victoria en la 105ª edición de la Milán-San Remo, la primera gran clásica de la temporada ciclista

EFE

Al término de los 294 km. y tras casi siete horas sobre la bicicleta, Kristoff superó en el esprín al suizo Fabian Cancellara y al británico Ben Swift, beneficiándose del gran trabajo realizado por su compañero de equipo Luca Paolini en el último kilómetro.

Es la primera victoria de un ciclista noruego en la Milán-San Remo, la primera de las cinco clásicas de la temporada consideradas como "monumentos" de este deporte.

El español Juan José Lobato entró en la cuarta posición, por delante del británico Mark Cavendish, ganador de la prueba en 2009 y uno de los grandes favoritos a la victoria junto al eslovaco Peter Sagan, que finalmente sólo fue décimo en la línea de meta, por detrás del alemán Gerald Ciolek, ganador de la carrera el año pasado.

En la carrera más larga del calendario ciclista, que se disputó bajo una permanente lluvia, una escapada de siete corredores (Barta, Boem, Bono, De Maar, Haas, Parrinello y Tjallingii) marcó el inicio de la prueba y llegó a contar con 10 minutos y medio de ventaja sobre el pelotón en el kilómetro 130 de la carrera.

En esos momentos, los equipos Canondale y Giant-Shimano, de los velocistas Peter Sagan y John Degenkolb, tiraban del pelotón para impedir que los escapados aumentasen demasiado su ventaja, aunque la mala suerte se cebó con el segundo, que sufrió un pinchazo en el tramo decisivo de la carrera y perdió sus opciones de luchar por la vitoria.

Los últimos supervivientes de la escapada fueron alcanzados en la Cipressa, el penúltimo ascenso de la prueba a unos 20 km. de la meta, lo que aprovechó el italiano Vincenzo Nibali para atacar y distanciarse unos metros del pelotón.

Nibali fue atrapado en el ascenso al Poggio, en la entrada a San Remo, y el equipo Katusha, por medio de Paolini, se hizo con el control del pelotón cabecero hasta poco metros antes de la meta, cuando se lanzó el esprín final en el que venció Kristoff.

El noruego, de 26 años, logra así su victoria más importante hasta ahora en su carrera, pese a que ya ganó el bronce en los Juegos Olímpicos de Londres-2012 en la prueba de ruta.