La remontada 'imposible' del Copenhague deja al United contra las cuerdas

Partido absolutamente loco el que se vivió en el Parken Stadion. El Manchester United dejó escapar una ventaja de dos goles frente a un Copenhague que nunca tiró la toalla y que en la recta final del encuentro apretó para llevarse el duelo por 3-4 gracias a una diana del joven de 17 años Bardghji. La expulsión de Rashford en la primera parte marcó un encuentro que hasta ese momento estaba dominado por los de Ten Hag, que se complican su continuidad en la Champions al cerrar el grupo A con un punto menos que el segundo clasificado.

De locura. Es lo que vivió la afición del Copenhague en la primera mitad, ya que pasó de sufrir por el 3-0 a festejar el 2-2. Se puso muy de cara el duelo para el United en el 3’ con el tanto de Hojlund, que repitió antes de la media hora al rematar un balón muerto de Grabara tras tiro de Garnacho. Tuvieron en varias ocasiones los ‘red devils’ el tercero, pero perdonaron y acabaron lamentándolo. Y es que en el 42’ el VAR revisó una recuperación de Rashford que acabó en una contra que a punto estuvo de ser gol; el videoarbitraje acabó echando al internacional inglés por un pisotón al rival. A partir de ahí, el Copenhague dio un paso al frente, y de qué manera.

Un United que tenía el partido en sus manos se disolvió como un azucarillo y Elyonussi aprovechó la contienda para meter a los suyos en el encuentro, al rematar un balón dejado en el corazón del área por Gonçalves tras centro desde la derecha. Y en un largo tiempo añadido por problemas en las gradas -se atendieron hasta a dos aficionados- y la lesión de Evans, unas manos de Maguire dentro del área acabaron significando el empate a dos. Gonçalves no perdonó desde los once metros.

Si los primeros 45 minutos fueron de locura, los segundos no se quedaron atrás. Ambos equipos se mostraron con respeto, buscando huecos en la zaga contraria y gozaron de ocasiones, hasta que en el 68’ un nuevo ‘penaltito’ esta vez a favor del United por manos de Lerager, permitieron a los visitantes ponerse por delante gracias a un Bruno Fernandes que anotó magistralmente el penalti 50 de su carrera de los 55 que ha lanzado. Los diablos rojos, con uno menos, habían hecho lo más difícil y solo tenían que aguantar el resultado en una auténtica caldera.

Pero fueron incapaces de hacerlo. El Copenhague estiró líneas y se fue a por el empate, el cuál llegó en el 83’ cuando Lerager se redimió de su penalti al ganar la partida a Dalot en el segundo palo y marcar desde cerca tras un centro de Falk. Pero todavía quedaba lo mejor para el cuadro danés, puesto que en el minuto 87 Bardghji recogió un balón en el corazón del área y fusiló a un Onanana que nada pudo hacer para evitar el cuarto de los locales y la derrota de los suyos.