Tras sufrir una agresión, Osakue se mete en la final europea de disco

Osakue ya está en la final de disco

Osakue ya está en la final de disco / EFE

Jesús Malagón @86malagon

El racismo sigue teniendo una incidencia negativa en el mundo del deporte. Desgraciadamente, la discrimación por razas no ser ha eradicado y sigue protagonizando tristes episodios, inexplicables tal vez, en una sociedad contemporánea como la nuestra.

Es evidente que, metidos del lleno en el siglo XXI, estas situaciones deben ser intolerables. Nadie es más ni es menos por pertenecer a una raza o a una cultura en concreto. El deporte y los valores que lo  envuelven deberían estar por encima de todo.

El último episodio de racismo lo sufrió Daisy Osakue una lanzadora de 22 años nacida en Turín de padres nigerianos. Su caso cobró notoriedad internacional el pasado 30 de julio cuando fue objeto de una agresión racista en Italia. Nueve días después vuelve a ser noticia, ahora por méritos deportivos, al clasificarse para la final europea de disco.

Osakue regresaba ese día a su casa en Turín cuando recibió en un ojo el impacto de un huevo arrojado por tres desconocidos desde un coche. Tuvo que ser operada por una abrasión de la cornea y para retirarle un fragmento de la cascara en el ojo.

La organización juvenil de Partido Demócrata (PD) de Turín denunció la agresión a la atleta italiana, que dijeron que era militante de esta formación política y acusaron al Gobierno italiano de generar el clima de tensión y de cierta violencia que se está creando en Italia.

La lanzadora de disco se sometió hoy a un examen médico en el hospital del Comité Olímpico Italiano (CONI) en Roma y los médicos le dieron el visto bueno para competir en los Europeos de Berlín, tras la suspensión progresiva de la terapia con corticoides.

La italiana cometió este jueves un nulo en la ronda de clasificación de disco, pero en el segundo turno lanzó el artefacto a 58,73 metros, más allá de la raya que delimitaba la marca de calificación automática (58,50) y el sábado estará en la final.

Desde enero de 2017, la atleta nacionalizada italiana estudia y se entrena en la Universidad Angelo State de Texas.