La ley del mínimo esfuerzo le sirve a la Roma

El conjunto romano vence sin brillo al Genoa con un gol de Mancini en la primera mitad

Los de Fonseca dormirán en zona Champions League a la espera del resultado de mañana de la Atalanta

Los jugadores de la Roma celebran el gol de Mancini.

Los jugadores de la Roma celebran el gol de Mancini. / EFE

Arnau Montserrat

Al tran tran, a medio gas, con la ley del mínimo esfuerzo. No se quejó la Roma que se embarró en un partido espeso para sacar tres puntos vitales en su pelea por entrar en la próxima Champions League. De hecho, la victoria les permite dormir en la cuarta plaza a la espera de lo que haga el Atalanta ante el Inter mañana.

Roma-Genoa

Serie A

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0
Alineaciones
Roma
Pau López; Mancini, Smalling, Cristante; Kardsop, Pellegrini, Diawara (Villar 60'), Bruno Peres (Spinazzola 87'); Pedro (Carles Pérez 75'), El Shaarawy (Mkhitaryan 60'), Mayoral (Fazio 87').
Genoa
Marchetti; Masiello, Radovanovic, Criscito; Ghiglione (Cassata 46'), Zajc (Melegoni 78'), Badej, Strootman (Scamacca 76'), Zappacosta; Pjaca (Shomurodov 46'), Destro.

Debió ser el horario, un poco pronto para lo que se ve en Italia, o simplemente la apatía con la que llegaron los dos conjuntos al Olímpico de Roma. El ritmo del partido en la primera mitad parecía el de un choque en el minuto 90 con el resultado ya finiquitado. Lenta circulación, poca generación de peligro y apatía, mucha apatía a la hora de ir a buscar el triunfo.

A la Roma ya le iba bien ir madurando el partido a fuego lento porque además se encontraron con un premio poco merecido a través del balón parado. Un saque de esquina que conectó Mancini con un potente salto y un remate de cabeza inapelable. Este y otro de El Shaarawy a las nubes fueron los únicos dos remates de los romanos que tampoco sufrían atrás. 1-0 y 45 minutos menos.

El Genoa salió con otra cara como mínimo en los primeros compases del segundo tiempo. Algo más activos, más incisivos en campo contrario y como mínimo pisando el área de Pau López. Eso sí, el arquero tocar el balón con las manos poco.

Fonseca quiso refrescar a su equipo con la entrada de Mkhitaryan y una de las piezas que ya se ha convertido en casi imprescindible para los romanos. Gonzalo Villar. El centrocampista español entró para pausar, más si cabe, el partido. El Genoa no creaba, la Roma no arriesgaba y lo que hacía es pasar los minutos con el máximo balón posible en su propiedad.

Fue Villar el que además empezó a crear más peligro para los del Olímpico. Un remate al palo a 25 minutos para el final pudo sentenciar el partido. Pedro emuló a su compatriota con un remate de tacón que también acabó en la madera y el posterior remate de Mayoral, que terminó en gol, fue anulado por el VAR por fuera de juego.

Carles Pérez gozó de unos últimos 15 minutos de partido donde la renta de la Roma se mantuvo. Los de Fonseca son, como mínimo hasta que mañana juegue el Atalanta ante el Inter, equipo de Champions League.