Decepción en Nápoles por la ocasión perdida el primer ‘match ball’

Nápoles lleva meses preparándose para un explosión de júbilo histórica, la confirmación de que su equipo, 33 años después y por primera vez sin Diego Maradona en el campo, es el campeón de la liga italiana. Todo parecía preparado para que la gesta se produjera el pasado domingo. La derrota matinal de la Lazio frente al Inter daba a los de Spalletti la opción de cantar el alirón si ganaban por la tarde a la modesta Salernitana.

Los goles de Lautaro se cantaron como propios en las abarrotadas calles de Nápoles, engalandas desde semanas con bufandas, banderas, pancartas y todo tipo de referencias al tercer ‘Scudetto’ que está en camino, pero no termina de llegar. Porque un gol de Dia en el minuto 84 supuso el empate definitivo en el Maradona y pospuso la fiesta.

En la rueda de prensa posterior, el rostro de Spalletti no podía ocultar la decepción, si bien quiso mandar un mensaje constructivo pese a admitir que sus jugadores “lamentan mucho no haberle dado esta alegría al público”. “Estoy comodísimo en esta situación, prolonguemos las celebraciones. Estoy convencido de que vamos a sumar los puntos que faltan”, afirmó. 

El Nápoles tendrá un segundo ‘match ball’ esta semana, aunque se disputará lejos de la costa campana. El título podría caer matemáticamente si la Lazio no gana el miércoles en Roma al Sassuolo, o si lo hace e igualmente el conjunto partenopeo puntúa el jueves en el campo del Udinese.  Una hipótesis doble que plantea un problema para las autoridades, que preparan el dispositivo de seguridad para los festejos.

Este martes se decidirá si el partido en Údine se adelanta de las 20:45 a las 18.00 horas para gestionar mejor la masiva celebración y las previsibles aglomeraciones en el aeropuerto para recibir a los jugadores. Por otra parte, se baraja la posibilidad de emitir el partido por una pantalla gigante en San Paolo y dar acceso a los presentes contra la Salernitana.