El Villarreal, un muro con una grieta

Si históricamente El Madrigal siempre ha sido un escenario difícil de asaltar, más complicado todavía se presenta el duelo de este domingo si se tiene en cuenta que el Villarreal, cuarto clasificado, es el equipo menos goleado de Primera: los de Escribá solo han concedido 11 tantos en 16 jornadas.

De hecho, hasta en siete ocasiones han sido capaces los castellonenses de dejar su portería a cero. Sevilla y Atlético no encontraron el camino, mientras que el Real Madrid solo pudo batir a Asenjo en un saque de esquina. Eso sí, el Villarreal llega al duelo ante el Barça con dudas en ese aspecto, pues en el reciente duelo copero contra la Real Sociedad encajó tres goles por primera vez en este curso.

Con todo, el solvente entramado defensivo de los 'groguets' tiene un punto débil: los centros al área. Prácticamente la mitad de los goles recibidos han sido consecuencia de balones colgados. Granada, Real Madrid, La Palmas, Eibar y Alavés sacaron provecho de las dudas de la zaga castellonense en ese tipo de jugadas, por lo que el Barça haría bien en acumular hombres en la zona de remate cuando los laterales tengan opción de centro.

Además, y pese a que los buenos números hablan por sí solos, la defensa del Villarreal también ha exhibido en alguna ocasión falta de contudencia. Ante Alavés y Sporting, de hecho, los de Escribá encajaron un gol procedente de un error garrafal en defensa, por lo que si el Barça presiona arriba puede encontrar premio.

En el apartado ofensivo, los de La Plana han logrado 25 dianas hasta la fecha -octavo mejor ataque de la competición-. Más de un 60% de sus goles llegan en la primera parte, especialmente entre el primer cuarto de hora y el descanso. En cambio, el reparto de los goles en contra es casi perfecto: cinco dianas en el primer tiempo y seis en el segundo.