La continuidad como modelo

Desde la llegada de Rijkaard al banquillo, el Barça ha tratado de construir un relato basado en la estabilidad con tres grandes argumentos. La continuidad en los banquillos. La Liga como termómetro de la regularidad. Y un estilo, herencia de Cruyff, como constante en el juego.  

Un plan que no siempre se ha ajustado al relato con casos aislados como el Tata (o desgraciados como el de Tito), así como alguna crisis en el filial o en la identidad en el primer equipo. Desde el final de la etapa de Guardiola, el club ha tratado de seguir la misma hoja de ruta. Y aunque se ha perdido algo de estética por el camino, el equipo ha mantenido su espíritu competitivo.

En eso han contribuido Luis Enrique, que le dio un aire mucho más vertical al equipo y fue capaz de lograr un triplete con un tridente demoledor. Y Valverde que, con su perfil discreto, siempre ha tenido claro que sus posibilidades de éxito pasaban por tener la complicidad de los pesos pesados (sobre todo de Messi). A partir de esa química con Leo se explica en gran parte la renovación del Txingurri. 

En total el Barça suma seis entrenadores en los últimos 16 años con el asterisco de Jordi Roura, que estuvo de interino durante parte de la enfermedad de Tito Vilanova y llegó a estar 20 partidos en el banquillo azulgrana. De Rijkaard a Valverde el Barça ha tratado de apostar por proyectos largos. Pero no siempre ha podido. En los casos de Guardiola (2008-2012) y Luis Enrique (2014-17) han sido los propios técnicos los que han decidido no seguir alegando desgaste.  

Rijkaard (2003-2008) ha sido el entrenador que más tiempo ha resistido el banquillo del Barça de los últimos 16 años. El técnico holandés vio nacer el Barça de Ronaldinho, contribuyó a sus éxitos y también languideció con el extravío de ese grupo de jugadores.

EL MADRID, OTRO MODELO

El modelo del Madrid se ha basado en que no hay modelo. O mejor dicho: el modelo es ganar. Y de competir el club blanco ha demostrado que lo hace como nadie en Europa incluso en las peores circunstancias. 

Los datos son demolesores: el Madrid ha tenido desde 2003 un total de 15 entrenadores. O dicho de otra manera a casi un técnico por temporada. Florentino ha acentuado una tendencia en el club blanco: se busca la urgencia del resultado. Y hay una premisa básica: la Liga de Campeones salva cualquier temporada. Pero incluso en su historia hay técnicos que han sido destituidos como Jupp Heynckes tras lograr la Orejuda. 

En los última década Florentino se ha preocupado más por la contratación de grandes estrellas que por la estabilidad del banquillo. En general, el Madrid se ha definido más por su capacidad de competir que por ser un equipo con firma. Y cuando la ha tenido, como el caso de Mourinho, no ha tenido continuidad el estilo.Entre el Madrid de Zidane y el de Mou hay un mundo. Al igual que el de Ancelotti o el de Pellegrini. 

LOS RETOS DE VALVERDE

Valverde afrontará los próximos meses con el gran reto de volver a ser protagonistas en la Liga de Campeones. Volver a ganar la Champions es el motor de la temporada del Barça. Pero pensando más a medio plazo se le presenta un verano movido. 

Al club le toca tomar decisiones importantes que pueden afectar a jugadores que han sido claves para Valverde. También saber llevar esa transición que incluye a jugadores como De Jong, Arthur, Aleña o incluso Riqui Puig. El culé ha celebrado títulos las últimas temporadas pero demanda más magia en el juego.  

La gran pregunta sigue siendo, viendo que se trata de una renovación de 1+1, si el club piensa en Valverde como el futuro. O si solo trata de ganar tiempo a la espera de otro candidato.