Las tarjetas VISA y Sandro Rosell

En los últimos meses se ha hablado mucho del uso de la tarjeta VISA por parte de algunos responsables del FC Barcelona. Algunas fuentes dentro del club afirman que en determinados ámbitos de la entidad las tarjetas de crédito echan humo, algo que está en las antípodas de lo debería ser contención en el gasto y austeridad. No hablaré de lo que no sé, pero sí que lo haré, a modo de punto comparativo, de lo que conozco. 

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Cuando Sandro Rosell llegó al club en julio de 2010, tomó decisiones buenas y otras no tan buenas y que en su día critiqué. Lo que sí hizo Rosell nada más ser presidente del FC Barcelona, entre otras muchas cosas, algunas de más calado que otras, fue eliminar todas las tarjetas VISA del club.

Nadie, ni un solo directivo ni ejecutivo, ni él mismo, gozaron de ese privilegio. Las eliminó. Tampoco tuvo coche personal, chófer ni equipo de seguridad a su servicio, salvo en actos muy determinados y casi por obligación. Lo que también hizo, con sus aciertos y con sus errores, fue rebajar la deuda del FC Barcelona en 200 millones de euros en tan solo tres temporadas. Esa política de no estirar más el brazo que la manga no tuvo continuidad después.