El sueño prohibido de Xavi con el Athletic

Xavi Hernández ha jugado quince veces como visitante ante el Athletic, con un balance de ocho victorias, seis empates y una sola derrota. El hoy técnico del Barça, además, marcó dos goles, todos ellos en el viejo San Mamés, en la Supercopa 2009-2010 y en LaLiga 2010-2011. Sin embargo, no son los números sus mejores recuerdos de La Catedral, sino el cariño que la afición rojiblanca le ha mostrado siempre, un afecto vivido de forma recíproca porque Xavi nunca ha escondido su devoción hacia la forma de entender el fútbol de un club y una afición singulares.

Solo así puede entenderse que, mientras Andrés Iniesta era recriminado de forma continua tras un episodio vivido con Amorebieta en 2010, su compañero en el centro del campo vivía todo lo contrario. El mismo Xavi recordaba en una entrevista concedida a UEFA.com en 2019 que, "me ovacionaban cada vez" que era sustituido. En la misma charla llegó a describir San Mamés como "un estadio muy noble donde siempre he sentido un respeto y una admiración tremenda. Es un ambiente futbolístico extraordinario de nobleza y puro fútbol".

El cariño es tan grande que no dudó en explicar que "me he sentido casi como si estuviera jugando en casa, e incluso más muchas veces". Xavi, de hecho, no ha escondido nunca que le habría encantado vestir la camiseta de los leones: "Lástima de no haber podido jugar en el Athletic", dijo en otra entrevista anterior concedida a 'El Periódico' en la que explicaba que "me encanta Bilbao, estuve de visita coincidiendo con el Euskadi-Catalunya y aunque llevaba gorra me paraban por la calle, con tanto cariño y admiración como si fuera Julen Guerrero".

Xavi vuelve a San Mamés, donde se siente como en casa, esta vez como entrenador del primer equipo del Barça y con una eliminatoria de Copa en juego. El técnico volverá a sentir el afecto de una afición especial que ha reconocido, más allá de la rivalidad, el fútbol y la elegancia del genio y de la persona.