Sandro Rosell pedirá su traslado a Catalunya

El expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell seguirá en prisión por decisión de la Audiencia Nacional

El expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell seguirá en prisión por decisión de la Audiencia Nacional / AFP

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Sandro Rosell cumplirá este mes de febrero nueve meses de prisión preventiva desde que entrara el 25 de mayo del año pasado en Soto del Real, la cárcel a la que la juez Carmen Lamela envió al expresidente del Barça por su presunta implicación en el blanqueo de comisiones ilícitas procedentes de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF). 

Desde entonces, su abogado, Pau Molins, no ha desistido en el intento de que la juez de la Audiencia Nacional ponga punto y final a una prisión preventiva que podría alargarse por un periodo máximo de dos años y, de forma muy excepcional, dos años más.

Riesgo de fuga

La última vez que se pidió la excarcelación de Rosell, se hizo tras insinuarse desde la AN que cabía la posibilidad de dar visto bueno a su salida previo pago de una fianza de 400.000 euros (la misma cantidad que pagó el expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, para salir de Soto del Real).

Sin embargo, Lamela siguió insistiendo en el riesgo de fuga para mantener a Rosell, cuyo padre era quien ofrecía el dinero porque el exdirigente tiene todos sus bienes embargados, en prisión preventiva.

Esto ocurrió el pasado 18 de enero. Fue un golpe duro para la defensa del expresidente, que llegó a la conclusión de que la vía judicial, y la precaución mediática que exige esta vía, había llegado a su fin.

Sin opciones

Molins cree que no existe ya ninguna opción de que Rosell deje la prisión preventiva antes de que se celebre el juicio, en el que ha focalizado todas sus energías para defender a su cliente.

Hasta que ese día llegue, Pau Molins cree que ha llegado el momento de hacer más ruido mediático y de llevar el caso de Sandro Rosell al día a día de los medios de comunicación.

Hasta la fecha había optado por ofrecer alguna entrevista de forma puntual, pero es posible que en las próximas semanas aparezca más en la prensa.

Presión mediática

El objetivo es intentar que la presión mediática pueda acelerar la celebración del juicio con el que debería probarse la culpabilidad de su cliente. La prudencia mantenida hasta ahora no ha servido para que la juez Lamela revocase la prisión preventiva basada en el supuesto riesgo de fuga que Molins considera “un juicio de pronóstico sobre el futuro”.

El abogado ahora se centra, prácticamente de forma exclusiva, en lograr la absolución de su cliente. Y no volverá a pedir que Sandro Rosell salga de prisión.

Sin embargo, y de forma paralela, el letrado sí quiere acercar a su cliente a su familia, que es, según el entorno del expresidente blaugrana, “quienes lo están pasando peor”.

Traslado a Catalunya

Es por ello que pedirá el traslado desde Soto del Real a una prisión catalana para ahorrar los 1.200 kilómetros que su familia debe hacer cada vez que acuden de visita.

Llegado a la conclusión de que, en parte por “las presiones de la CIA y el FBI” (el supuesto delito lo habría descubierto el FBI durante las investigaciones del 'FIFA Gate', sigue en prisión preventiva, por lo menos intentará que la cumpla cerca de los suyo a la espera de un juicio que, también, espera poder acelerar su celebración.

“Devuelta por sedicioso”

Sandro Rosell lleva casi meses en prisión, un periodo de tiempo suficientemente grande como para haber pasado por diferentes estados de ánimo. Quienes le conocen bien y quienes le visitan de forma habitual, en cambio, aseguran que el desgaste que supone estar en Soto del Real solo empieza a notarse ahora.

Desde el último varapalo judicial, cuando el pasado 18 de enero la juez Lamela denegó la libertad bajo fianza, algo ha cambiado. “He perdido las reservas”, le dijo a un amigo hace pocos días. Hasta ese momento, Sandro Rosell había mostrado su entereza y optimismo en lo que a su futuro se refiere.

Solo las muchas muestras de cariño de su entorno más cercano, con cartas y recortes de diarios, le ayudan a sobrellevar las horas. Aunque, tal y como explica uno de sus amigos, no todas llegan: “Dependiendo de si la portada de un diario les gusta o no, te lo devuelven”. Otro asegura que “me devolvieron una carta en la que había escrito 'por sedicioso'”