Ronaldinho: un mes en prisión y... ¡Va para largo!

Se han olvidado de Ronaldinho Gaucho, que hoy lunes cumple un mes de reclusión en una cárcel de máxima seguridad de Asunción, junto a su hermanísimo, Roberto de Assis. De ser el preso (preventivo) más célebre de la historia moderna del país sudamericano, a no despertar el mínimo interés de la opinión pública paraguaya, centrada ahora en combatir los devastadores efectos de la pandemia del COVID-19. Este es el trayecto mediático que ha habido entre el 6 de marzo y el 6 de abril.

Ronaldinho es hoy un preso anónimo, que ha cumplido los 40 años detenido, y que su encarcelación pasa inadvertida en Paraguay, donde al principio su detención deflagró una crisis política que alcanzó al gobierno. Y en Brasil, donde, su presidente Jair Bolsonaro, a quien Ronaldinho dio apoyo en la campaña electoral, movió los hilos para obtener su excarcelación. Hoy el dirigente ultraderechista es noticia por otro motivo, la defensa de la barbarie y el caos, con su negacionismo repugnante del COVID-19, que puede costarle su silla en un proceso merecido de impeachment.

En Paraguay, la extensión hasta el domingo día 12 de las medidas de aislamiento preventivo, del presidente Mario Abdo Benítez, han significado un freno del ‘caso Ronaldinho’. Todo empezó como una investigación por elaboración y posesión de documentos falsificados locales, con los que los hermanos Assis Moreira accedieron al país, se ha convertido en una macro causa. Ya hay 16 personas imputadas y, conforme el relato de la Fiscalía existe una organización criminal acusada de presuntamente cometer delitos de evasión de impuestos, que habría blanqueado 400 millones de dólares el último lustro y que podría tener ramificaciones con el narcotráfico.

La Justicia paraguaya ya lleva semanas en recesión y solo tramita todos aquellos recursos en carácter de urgencia. En este período, la defensa de Ronaldinho apuesta todas sus fichas en el resultado de la pericial del móvil de Roberto de Assis (el de Ronnie no estaba en su posesión cuando fue detenido) para demostrar su inocencia. Los resultados, que en un principio tendrían que haber estado listos cómo máximo en diez días, aún están en trámite, dos semanas después. De esta manera, la posibilidad de conseguir la libertad provisional o el traslado a un régimen de detención domiciliaria, en algún inmueble en Paraguay, están ahora mismo congelada.

Llama la atención que el equipo de defensa del crack haya enmudecido, sin aportar argumentos públicos ni informaciones off the record que refuercen la tesis que Ronaldinho y su hermanísimo son víctimas de toda una situación. Su argumentario, ahora en silencio, es que el fallo de Ronnie y Roberto es haber aceptado como regalo una nacionalización exprés paraguaya (otro tema, es por qué la necesitarían y por qué no calibraron de antemano las consecuencias que podría acarrear este proceso).

La empresaria que llevó a Ronaldinho a Paraguay desaparece

La desaparición de la empresaria paraguaya que organizó la visita al país de Ronaldinho también perjudica, y mucho, los intereses del astro. Hay una orden internacional de captura tramitada por la Interpol de Dalia López. Este singular personaje está en paradero desconocido desde que estalló el caso y, según la Fiscalía, podría estar escondida en Brasil. Esta es la figura más polémica de toda la trama por las gravísimas acusaciones que ya se han vertido sobre ella y por las vinculaciones que se han apuntado con integrantes del primer escalón del Gobierno.

Sin su localización y su detención, la Justicia paraguaya difícilmente va a relajar las medidas de reclusión de los hermanos Assis Moreira, por el temor a una fuga a Brasil, un argumento que fue ratificado por el Tribunal de Apelación, que negó la prisión domiciliaria a ambos. Dalia López es quien puede esclarecer el grado de implicación de Ronaldinho y Roberto de Assis en este caso y puede hacer factible su excarcelación, como defiende el extenso equipo de abogados del astro. 

En el escenario actual, no hay perspectiva a corto plazo que Ronaldinho y Roberto de Assis puedan salir del régimen de reclusión preventivo, una condición que puede alargarse a un tiempo máximo de seis meses. De momento, ya han cumplido uno.