Ronaldinho ficha por el Fluminense

Dos semanas después de darse por hecho su <strong>fichaje por el Antalyaspor</strong> de Turquía, Ronaldinho regresa al fútbol brasileño. Su hermano Roberto de Assis concretó un acuerdo con el presidente del Fluminense, Peter Siemsen, y el crack, de 35 años, jugará con el Flu hasta diciembre de 2016.

De acuerdo a fuentes próximas al club carioca, las negociaciones entre el hermano de Ronaldinho y el Fluminense comenzaron hace más de un mes, en cuanto se conoció su salida del Querétaro, con un encuentro secreto entre De Assis y ejecutivos de la máxima confianza de Siemsen. El acuerdo final se alcanzó el viernes, tras una reunión con el vicepresidente Mario Bittencourt a la que también asistió el jugador.

El Fluminense pagará a Ronaldinho un salario mensual que se estima alrededor de los 150.000 dólares, una cifra que podría aumentar a través de la publicidad que el club consiga por la presencia del jugador y que provocaría que ambas partes se repartiesen esos ingresos por publicidad.

La incorporación de Ronaldinho a la plantilla del Fluminense está prevista dentro de dos semanas, cerrándose así la novela en que se había convertido su posible destino desde que abandonó México.

Además del Fluminense, se tuvo constancia que recibió una propuesta de Qatar, que se ofreció a la MLS, que le llamaron de China y que, incluso, podría estar en contacto con un club argentino cuyo nombre De Assis no desveló en una entrevista concedida a un conocido blog de Brasil. “Es un proyecto serio, pero no puedo decir de qué equipo se trata” se limitó a afirmar el hermano del crack a ‘Blog de boleiro’.

A principios de julio, por si fuera poco, Eurico Miranda, presidente del Vasco da Gama, afirmó que el fichaje de Ronaldinho por su club "está en un 90 por ciento acordado", pero la salida de Wagner Ferreira del Fluminense con destino a Japón permitió al club mejorar las condiciones contractuales que le ofrecía el Vasco.

En la memoria, sin embargo, siempre permanecerá el recuerdo de la magia que regaló a un Barcelona al que sacó del abismo con su sonrisa... Y su fútbol.