Raphinha es quien manda en San Mamés

El brasileño fue el autor del solitario gol que dio la victoria al Barça en Bilbao

Los de Xavi lo pasaron muy mal para sumar los tres puntos y mantener los nueve puntos de ventaja

Resumen, goles y highlights del Athletic 0 - 1 FC Barcelona de la jornada 25 de LaLiga Santander

Resumen, goles y highlights del Athletic 0 - 1 FC Barcelona de la jornada 25 de LaLiga Santander / LALIGA

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

El Barça lo pasó peor que nunca en San Mamés. Dentro y fuera del campo. Fuera y dentro. Da igual porque el Barça lo pasó fatal, sufrió y masticó piedras. Subió la montaña, la bajó, la volvió a subir, esta vez sin oxígeno. Y luego volvió a bajar. Cuando bajó vio que se había olvidado las llaves y volvió a subir. Y así hasta el infinito hasta lograr una Liga que va a merecer la pena. Raphinha mandó callar con su gol a San Mamés. San Mamés se lo recriminó. Fútbol.

Athletic Club - FC Barcelona
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Alineaciones
ATHLETIC
Agirrezabala, De Marcos (Ander Capa, 84'), Vivian, Íñigo Martínez, Balenziaga (Yuri Berchiche, 70'), Dani García, Vesga (Zarraga, 64'), Nico Williams, Raúl García (Muniain, 64'), Berenguer (Berenguer, 84') y Iñaki Williams.
FC BARCELONA
Ter Stegen, Sergi Roberto (Marcos Alonso, 84'), Kounde, Christensen, Balde, Busquets, De Jong, Gavi (Alarcón, 94'), Raphinha (Ansu Fati, 84'), Ferran Torres (Kessie, 68') y Lewandowski.

Gritos de "puta Barça" en San Mamés, desde la zona de los seguidores mal dicho radicales, cuando desde los altavoces escupieron la alineación blaugrana. Muchos silbidos. También. ¡Qué pedazo de estadio es San Mamés! Un estadio moderno cuya alma respira tradición. Como si el antiguo San Mamés, que reposa inerte y bajo tierra a diez metros del nuevo, hubiera trasladado su esencia unos metros más allá. Toda su esencia. Toda. Lo del "puta Barça" son solo circunstancias del presente, del fútbol moderno. Ni caso. El Athletic siempre será un grande. Ni siquiera escuchar "Gavi, subnormal" o "ser del Barça es ser un subnormal" o el inesperado "a Segunda, oé" evitará que el Athletic siga siendo un grande. El club, por supuesto.

La hostilidad con la que Bilbao acogió al Barça se notó desde el primer minuto. A los blaugrana les costó muchísimo encontrarse, buscarse incluso. El juego era ramplón, ni fu ni fa. Los de Xavi se mostraban como un equipo intenso, de eso no cabe duda, pero sin demasiadas ideas con las que combatir a un rival, el de Ernesto Valverde, que peleaba cada balón como si fuera el último del partido. A veces, resistir es vencer. Y así fue en el primer tiempo, aunque tardaría mucho en saberlo el Barça.

Lewandowski tuvo una clarísima. El polaco, titular de nuevo tras dos partidos de baja por lesión, salió enchufado, aunque tuvo que bajar muchísimo, demasiado, para tocar balón. Hasta que De Jong le dijo "tú tira para arriba que yo te la pongo". Se la puso perfecta, solo ante Agirrezabala, pero controló largo y el meta vasco, atento, convirtió el uno contra uno en la nada. En el otro área, Ter Stegen vivía bastante tranquilo porque, salvo algunas dudas, su defensa le respetó. Iñaki Williams lo probó un par de veces y Berenguer era un incordio constante, pero les faltó seguridad y, hay que decirlo, talento, para ser más peligrosos.

El VAR sirve para esto

El partido se iba al descanso sin que demasiado hubiera pasado, más allá de la grada. Gil Manzano había pasado desapercibido y esa era la mejor noticia. Hasta que Raphinha marcó con la derecha de disparo cruzado. Fue anulado primero, pero Gonzáléz González, tras tirar la línea en el VAR, dio el gol. Era legal. Legalísimo. Era el 0-1 y llegaba en el descuento del primer tiempo.

El segundo amaneció como se había ido a dormir el primero. Más o menos. Quizás con menos beligerancia desde la grada, pero con una batalla tremenda sobre el césped. Sana, sin tonterías, sin chorradas ajenas que se cuecen a muchos kilómetros. Solo fútbol. Y con la grada silbando a Raphinha, al que le recriminaban la celebración del gol no se sabe exactamente por qué.

Lewandowski tuvo el segundo de cabeza tras una carrera 'made in Balde' por la izquierda. Su remate, seco, duro, se fue fuera. La intención del Barça fue dormir el partido, mecerlo plácidamente hasta que San Mamés se convirtiera en una cuna aislada del ruido. El Athletic intentaba todo lo contrario. Nadie acababa de lograr su cometido, aunque Ter Stegen, todo hay que decirlo, vivía alejado del peligro. El meta vasco, en cambio, veía cómo se acercaba Raphinha, Gavi, Balde, Lewandowski. El Barça, intentando pisar suave para no despertar al amo de la casa, se acercaba sigilosamente hacia la caja fuerte. Tenía el balón, que no es poco.

El Athletic fue despertándose de su somnolencia e intentó sorprender con Berenguer entrando por la zurda y probando a Ter Stegen, que celebró la parada con la punta de los dedos. Cosquillas. No como el disparo de Muniain, que obligó a estirarse todo lo que pudo al alemán. El Athletic iba a por todas. El Barça volvía a su versión más rácana. Le costaba demasiado salir. Y cuando lo hizo, le pillaron a la contra. Iñaki Williams se plantó ante Ter Stegen y gol. No subió al marcador porque antes hubo manos de Muniain. Clarísimas, por cierto, aunque Gil Manzano tuvo que revisarlas en el monitor del VAR. Se quejó San Mamés, que lo intentó hasta el final, pero el Barça sigue nueve puntos por encima del Real Madrid. Como diciendo "que pase el siguiente".