Koeman, resignado pero optimista

Es muy difícil que algo le quite el sueño a Ronald Koeman. Por cultura y educación, siempre ha creído que lo que no está en tus propias manos no se puede gestionar y que si una cosa ya es definitiva no vale la pena perder el tiempo en buscar culpables y sí en encontrar soluciones.

El técnico neerlandés nunca dio por sentado que para la temporada 2021-22 podría contar con el concurso de Leo Messi, de ahí que siempre se haya manifestado con prudencia sobre este particular y tomara ciertas distancias. 

Es cierto que a medida que avanzaban los días y no se cerraba la renovación del astro argentino, se instalaron ciertas dudas en la oficina del entrenador azulgrana, así como en el seno de la plantilla. Ahí dentro no se respiraba tanto optimismo como sí en los medios de comunicación, seguros de que, a tenor de todo lo que nos llegaba desde la zona noble del club, era cuestión de horas o días que Messi renovara.

La llamada de Laporta

El jueves por la tarde fue cuando la gran mayoría de directivos del FCBarcelona tuvieron conocimiento de la decisión del club de no inscribir a Messi. Aquellos que habían viajado a Salzburgo a ver el partido contra el Red Bull no conocían la dimensión de lo que se avecinaba. La explicación definitiva corrió a cargo del propio Joan Laporta a través de un correo electrónico. 

También fue el jueves cuando el propio presidente le comunició a Ronald Koeman la mala noticia. Le explicó someramente el recorrido del proceso de negociación con Messi, la imposibilidad de cumplir con los ratios de gasto de masa salarial que obliga LaLiga y, al final, le expresó la misma filosofía que expuso en su comparecencia pública: ningún futbolista puede estar por encima del bien común del club. El Barça por delante de todo y de todos.

Golpe anímico

Una vez confirmada la noticia, que ha dado la vuelta al mundo, Ronald Koeman cree que no queda más remedio que resignarse y mirar al futuro más inmediato. Es consciente de que el adiós definitivo de Messi supone un jarro de agua fría para la plantilla azulgrana y uno de los objetivos en los próximos días será superar este golpe anímico. Cree que a medida que vayan pasando los días se irá asimilando la noticia y todo se verá con ojos diferentes. 

Del mismo modo, el técnico neerlandés es de la opinión de que ante la adversidad pueden surgir nuevas oportunidades de reinventarse y es aquí donde está convencido de que la plantilla dará la cara y superará esta situación. En este sentido no tiene la más mínima duda: ha llegado la hora de que toda la plantilla, unida, llene si es posible el tremendo hueco que deja Messi.

En otras palabras, es el momento de que todos y cada uno de los jugadores que integran la plantilla azulgrana 2021-22 protagonicen un paso adelante y den lo mejor de sí mismo. Desde hace muchos años ha habido ‘messidependencia’, acostumbrado todo el mundo a que en caso de dudas o negros nubarrones era Leo Messi quien sacaba las castañas del fuego.

A partir de ahora todos los pupilos de Koeman van a tener que tirar del carro, especialmente en el orden ofensivo, ya que el argentino garantizaba un mínimo de 40 goles por temporada entre todas las competiciones. Por lo tanto, no habrá excusas para futbolistas que por coste económico, expectativas y consideración han de rendir sí o sí.

A Koeman le duele haber perdido al mejor jugador del mundo, pero está firmemente convencido que sigue teniendo una plantilla competitiva. Por eso será exigente. Ahora más que nunca.