Remontada épica de un Barça Atlètic sobrado de fe en Tajonar

El cuadro de Rafa Márquez estaba casi KO con el 2-0 en contra, pero lo levantó a base de tesón y con un obús bestial de Mika Faye

Así hemos vivido el Osasuna Promesas-Barça Atlètic

Unai Hernández, uno de los destacados en el partido en Tajonar

Unai Hernández, uno de los destacados en el partido en Tajonar / FCB

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Llegaba el Barça Atlètic lanzado a Tajonar. 10 partidos sin perder, seis victorias en los últimos siete partidos. Clima de confianza absoluta en el seno de un filial azulgrana que se vio en un abrir y cerrar de ojos 2-0 en contra. Pero que remontó bajo la lluvia en Pamplona de forma épica y con un obús de Mika Faye.

Estaba sorprendentemente bien el césped a pesar de la tremenda granizada que había caído durante la mañana en la capital navarra. Osasuna Promesas necesitaba ganar para poner tierra de por medio con el descenso. El equipo de Márquez no podía fallar si no quería perder la estela del Depor en el liderato.

RECIÉN LLEGADOS DE MONTJUÏC

Y las cosas empezaban de forma pésima para los intereses azulgranas. Marc Guiu, recién llegado de Montjuïc (igual que Faye, Fort y Casadó, todos titulares en Pamplona), se creaba el espacio y conectaba un zurdazo que salía ligeramente desviado del marco defendido por Stamatakis. Un espejismo, puesto que en el 8' una cesión atrás del capitán Casadó se convertía en un uno para uno entre Svensson y Astralaga.

El colegiado señalaba un discutible penalti del portero vasco que el propio Svensson convertía en el 1-0. El delantero sueco, por cierto, hijo del mítico exjugador del Barça de balonmano Tomas Svensson. El dato 'random' de la noche.

Tras otra clara del nórdico, se sacudía el conjunto de Márquez con un zapatazo de Gerard Martín que repelía como podía el portero heleno de Osasuna. Y cuando parecía que mejor estaban los visitantes, otro mazazo.

DOBLE MAZAZO

Le ganaba de nuevo Svensson la partida cuerpeando a Moha (que reclamaba falta en el forcejeo), encaraba solo a Astralaga y anotaba con categoría el 2-0 (20'). Se ponía el asunto muy peliagudo.

Le costaba generar a un filial que tenía el monopolio de la posesión, pero no encontraba huecos. Hasta que en el 40' una buena triangulación con Unai (siempre dinámico y produciendo cosas el de Malgrat) acababa en el costado zurdo. Gerard Martín veía perfecto a un Pau Víctor que contectaba un derechazo tremendo ante el que nada podía hacer Stamatakis. 16º tanto en Primera RFEF del barcelonés.

CHAPARRÓN

Con el 2-1 llegábamos al descanso. Y menuda segunda mitad nos esperaba. Irrumpía con virulencia la lluvia en Tajonar. Lo que dificultaba las cosas para un equipo, el azulgrana, poco acostumbrado al juego directo.

Empezaban mejor los navarros. Disponían de varias oportunidades ante un Barça que se 'estresaba' con el paso de los minutos. Con Héctor Fort jugando por dentro, casi como interior. Pero sin ser capaz de ser punzante.

REGALO Y OBÚS

Pasaban los minutos, arreciaba la lluvia. Y llegaba el regalo de la noche. Stamatakis se comía un centro sin peligro de Moha y se marcaba el 2-2. Ahí se abría la caja de los truenos.

El Barça empezó a fluir. En el 80', Guille Fernández, cadete, debutaba con el Barça Atlètic. Otra perla con enorme pinta. Y en el 86', falta peligrosa que generaban Unai y Pau Víctor. Obús brutal de Faye que pasaba como un cohete en el marco de Osasuna y 2-3.

Amarró tres puntos vitales un Barça Atlètic desatado. Cada vez más equipo. Cada vez más infalible.