Raphinha y Antony, historias paralelas vistas en perspectiva

Raphinha es un éxito deportivo y financiero para el Barça, mientras que el United rompió la banca por Antony, absolutamente desprestigiado

El Barça pagó 58 kilos por Rapha y ahora tiene ofertas superiores a los 80, mientras que los Red Devils desembolsaron 100 kilos por Antony, que es un fracaso rotundo

PSG - Barça : El doblete de Raphinha

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Joaquim Piera

Joaquim Piera

En el verano de 2022, el de las palancas, el Barça fue al mercado para fichar a un extremo derecho. De las opciones que había, se decantó por Raphinha, entonces con 25 años, que había cumplido su segunda temporada en el Leeds United y que era titular en la Seleçao, con Tite. Se pagaron 58 millones de euros, que es la cifra que el Chelsea ya había acordado con su club de origen. El futbolista gaucho apretó para llegar a Barcelona, de la mano de su entonces agente Deco, ahora director deportivo culé.

En aquella misma ventana, había en el mercado otro extremo brasileño, Antony, que también cambió de aires. Lo fichó el Manchester United. Tenía 22 años, y era candidato a ser futbolista de referencia en la Premier (había quien lo comparaba con el Cristiano Ronaldo que en su día se fichó del Sporting Lisboa). Venía avalado por dos buenas temporadas en el Ajax donde había firmado sendas ‘dobles figuras’: 12 goles y 10 asistencias (en 2021/22) y 10 tantos y 10 asistencias (2000/2021). 

Quién ayudó a inflar el globo fue Erik ten Hag, que ya lo había dirigido en Ámsterdam. El precio del traspaso alcanzó los 100 millones de euros... 95 más cinco de variables. Esta era la segunda mayor compra de la historia de los Red Devils, solo superado por los 105 ‘kilos’ pagados por Pogba. 

Y, casi temporadas después, el Barça tiene ofertas de 80 millones más variables por Raphinha, que, con el gol ante la Real Sociedad, ha igualado los números de su primer curso: 10 tantos y 12 dianas, que tienen el valor añadido de haberlo logrado tras dos lesiones musculares y con la eclosión de Lamine Yamal en su posición. Además, el gaucho se ha ganado por méritos propios la convocatoria de la Copa América. Es titular con su tercer seleccionador.

Por mucho que Rapha haya estado bajo sospecha desde su primer minuto vestido de blaugrana por un sector del barcelonismo, no hay como negar, números en mano (deportivos y financieros) que su fichaje es una muy buena operación. El gaucho ha tenido el mérito de remar contra corriente y de haber sabido su cambio táctico, para convertirse en el extremo izquierdo más desequilibrante de la plantilla.

Mientras, Antony, que incluso ha estado implicado en denuncias de violencia de género, está en la rampa de salida de Old Trafford, no para que su club se capitalice sino para desprenderse de él cuanto antes mejor.

Esta campaña suma tres goles (solo uno de ellos en la Premier) y dos asistencias. Su fichaje es una ruina económica. Su valor de mercado se ha desplomado y no pasa de los 28 millones de euros. Tiene un futuro complicado en el fútbol europeo, donde difícilmente encontrará un destino de primera línea. Además, le tocará ver la Copa América por televisión y sus perspectivas de volver a la Seleçao son nulas.