Radiografía a la plantilla (9): Philippe Coutinho, magia 'canarinha' al servicio del doblete

El sitio natural de Philippe Coutinho está en el Barça, no cabe duda, parecen hechos el uno para el otro. Pero tardó en concretarse su esperado fichaje, tanto que se dio la contradicción de que cuando llegó, ya no estaba Neymar, uno de sus grandes valedores. En ‘omisión’ de Dembélé, poco integrado y demasiado tiempo lesionado, no le costó a ‘Cou’ convertirse en la tercera pata del tridente que dejó libre su amigo ‘Ney’. Luis Suárez, con el que mantiene una fuerte amistad desde la etapa en el Liverpool, le acogió con los brazos abiertos y el beneplácito de Leo Messi puso el resto. Coutinho se hace querer.

Ni siquiera la losa de convertirse en el fichaje más caro de la historia del Barça, y eso que ‘aterrizó’ en un mercado de invierno, le ha pesado al brasileño, que ya conocía la ciudad y el campeonato  de su paso por el Espanyol cuando apenas estaba dejando la adolescencia. Implicado al máximo, se preocupó, antes de oficializarse su fichaje como azulgrana, por reforzar sus clases de español y por saberlo todo de su nuevo club.

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La línea directa con Suárez echó humo en los últimos meses. Todo ello propició una integración meteórica al vestuario y algo más lenta en el terreno de juego. El 4-4-2 como esquema predilecto de Ernesto Valverde y la presencia de Iniesta por la izquierda le relegaron a una banda derecha en la que le cuesta más practicar su fútbol. Pero el ‘Txingurri’ también le ha dado el caramelo, en ocasiones, de jugar donde más le gusta, perfilado a la izquierda, y poco a poco Coutinho se ha ido amoldando al juego del ‘transatlántico’ azulgrana hasta llegar a completar partidos muy prometedores sobre todo en el tramo final de los dos campeonatos que ha podido jugar, la Liga y la Copa del Rey, justamente los conquistados esta temporada.

El brasileño ha aportado su granito de arena en el ‘doblete’ y quizás si hubiera podido participar en la Champions League, le hubiera ido mejor a los azulgranas en la competición europea. Diez goles y seis asistencias en 22 partidos con el Barça son un gran punto de partida que hace pensar que la próxima temporada se convertirá ya, de pleno derecho, en un referente de la plantilla.

Porque calidad le sobra y personalidad, también. Su apariencia fuera del terreno de juego de no haber roto nunca un plato no se corresponde con la voracidad que muestra en el césped y la capacidad de liderazgo que ha ido asumiendo a medida que pasaban los partidos. Se atreve cada vez más y le aporta al Barça un aspecto que siempre ha supuesto una gran carencia: el disparo de lejos, desde prácticamente cualquier posición. Su transformación física con horas de gimnasio contribuyen a moldear un futbolista que puede marcar una época.