¿Qué fue de... Archibald? De goleador a impulsor del deporte más democrático del mundo

Archibald celebró el segundo gol en el 0-3 en el Bernabéu de la 84-85

Archibald celebró el segundo gol en el 0-3 en el Bernabéu de la 84-85 / sport

Javier Giraldo

Javier Giraldo

Admite que no puede estar parado ni un minuto, por eso no deja de sorprender que haya sido precisamente él, Steve Archibald, jugador del Barça entre 1984 y 1987, el encargado de implantar en España un deporte nuevo y que él considera “el más democrático del mundo” porque iguala a mayores y jóvenes; altos y bajos, rápidos y lentos.

Es el ‘walking football’, fútbol a cámara lenta, con ocho jugadores por equipo, sin fueras de juego, en el que está prohibido correr y regatear, dar más de tres toques, levantar el balón por encima de los dos metros y por supuesto, insultar u ofender a los rivales o al árbitro. El campo es pequeño (42x30 metros), las porterías son de fútbol sala y el balón es específico (más pequeño y con menos capacidad de bote). 

El asunto nació en Inglaterra, donde ya es una religión practicada por 140.000 personas, concebido para mayores de sesenta años, pero gracias a Archibald y a su socio, Silvio Szegedi (hijo del ex jugador del Barça Nicolae Szegedi), el ‘walking football’ está abierto a todos. “Es apto para todos los públicos, hay equipos mixtos y cualquiera lo puede practicar: ahora estamos enseñándolo en las escuelas y muchos niños se enganchan porque se dan cuenta de que pueden jugar aunque no sean especialmente rápidos, técnicos o potentes. No hay lugar para los complejos y no importa cómo seas, vale para un ex jugador profesional, como yo, o para la vecina de enfrente”, resume Archibald.

acuerdos con generalitat y federació catalana de futbol

El escocés, que tiene fama de reservado y tímido, se abre como un latino cuando habla del proyecto. “Llevamos un año y medio trabajando con instituciones, intentando hacerlo de la manera más seria posible”, recalca. Han llegado a acuerdos con la Generalitat, la Federació Catalana de Futbol –que les suministra los árbitros–, con el Barça (existe un equipo llamado Blaugrana Walkers) y con el Ayuntamiento de Barcelona, con la idea de convertir el Estadio de Montjuïc en escenario habitual del ‘walking football’.  

Todo empezó con una broma de su socio. “Steve siempre tiene muchas ideas en la cabeza”, recuerda Szegedi, “y un día me dijo que deberíamos montar una escuela de fútbol para niños. Yo le dije medio en broma medio en serio que no tenía ganas ni edad para trabajar con niños, en todo caso con mayores, y ahí se nos encendió la luz”. Para entonces, el ‘walking football’ ya estaba bastante desarrollado en Inglaterra, donde Alan Shearer es uno de los impulsores. Archibald y Szegedi compraron la licencia y se lanzaron a invertir “dinero y tiempo” en implantar la idea en España. 

dos años del primer partido disputado en españa

Hace casi dos años que se jugó el primer partido: no hubo cámaras ni periodistas acreditados, pero cuenta la leyenda que el primer gol lo marcó Toni Closa, fundador del diario SPORT y uno de los periodistas más queridos y respetados del entorno blaugrana. “Sí, es verdad. Me dio un poco de rabia porque el primero quería meterlo yo, pero no pudo ser”, confiesa con una media sonrisa Archibald. Instalado en Barcelona desde hace años, Archibald se ha convertido en uno de esos ex jugadores capaces de desenvolverse con soltura en varios ámbitos: tiene entre manos un proyecto del que no quiere dar detalles pero que dará que hablar, apunta, y siempre ha estado cerca del balón. 

Fue entrenador del East Fife (lo subió a la Primera  división escocesa) y dueño, presidente y entrenador (al mismo tiempo) del Airdrieonians FC, un club a las afueras de Glasgow, en el año 2000. “Me llevé muchos jugadores españoles y jugamos de maravilla. La gente aún se acuerda de aquel equipo”, sostiene. Poco después regresó a Barcelona, donde se dedicó a la representación de jugadores. Ahora también trabaja en la televisión, en un programa de la Liga que analiza cada jornada en inglés para otros países. “Hacemos dos programas por semana, antes y después de cada jornada, con periodistas británicos y algunos ex jugadores”, desvela.

De su paso por el Barça recuerda sobre todo su debut (marcó en su primer partido, el 0-3 en el Bernabéu de 1984), la Liga de su primera temporada con Terry Venables y el gol ante la Juventus en la Copa de Europa de 1986. “Pero sobre todo, el cariño de la gente”, que aún le recuerda sus goles y su gesto de bajar a jugar con el filial en septiembre de 1986, ya con dos Mundiales disputados, para mantenerse en forma, al no tener minutos con el primer equipo.