El PSG se hace pequeño ante el colista

El once experimental de Luis Enrique sucumbió y ni siquiera la entrada de Mbappé en la recta final fue suficiente para lograr la remontada

Luis Enrique se lo guarda todo para el Barça

El Parque de los Príncipes despidió a su equipo con gritos de: "P*ta Barça"

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Dídac Peyret

Dídac Peyret

El PSG se midió al Clermont con el Barça en la cabeza y fue incapaz de ganar al colista en casa. Luis Enrique apuntó al presente en la previa, pero su alineación solo se puede explicar por el futuro más inmediato. La ida de los cuartos en París de la Champions el miércoles. El asturiano se lo guardó todo para el Barça.

En el banquillo, Mbappé, Dembéle, Donnarumma, Hakimi, Marquinhos, Fabián y Vitinha. Fuera de la convocatoria: Bradley Barcola, Lucas Hernández, Nuno Mendes y Zaïre-Emery. También hubo noticias en el campo con la titularidad de un viejo conocido del barcelonismo, Arnau Tenas; un exmadridista, Asensio; y un futbolista de solo 17 años, Senny Mayulu.

La revolución del técnico pareció desorientar a al conjunto francés, que fue incapaz de arañar al Clermont en los primeros 45 minutos. Fue un PSG deshilachado, sin dientes, previsible en sus movimientos y sin soluciones individuales. Le costó encontrar pasillos interiores y no tuvo desequilibrio por fuera.

La sensación general fue la de un equipo desnaturalizado con tanta novedad, sin los automatismos habituales. Sin noticias de Asensio y Muani, el colista vivió muy tranquilo en la primera mitad. En unos primeros 45 minutos de mediocampismo chato, hasta Luis Enrique, un técnico visceral, pareció ensimismado; de cuclillas y con un airpod en la oreja.

La acción que despertó el encuentro ni siquiera tuvo el balón como protagonista. Un choque del meta Ndiaye con Mukiele dejó a los dos futbolistas traspuestos. Especialmente al lateral del PSG, sangrando y maldeciendo al mundo por tener que ser cambiado. Se imponía el protocolo de conmociones cerebrales.

El incidente obligó a Luis Enrique a un cambio en la hoja de ruta: entró Hakimi, uno de los titulares. Pero no mejoró el escenario para el PSG que, sin apenas enterarse, vio como el colista se adelantaba con un tanto de Keita.

Una jugada que empezó enredada y acabó peor para Arnau Tenas, que vio como el balón salía mordido por encima tras un rebote. Solo una ocasión y un gol "bizarro" como reconoció al descanso Carlos Soler. Unos minutos antes, al jovencísimo Mayulu le anularon un gol por falta previa de Zague sobre Gastien.

El PSG sube una marcha

Algo pasó en la media parte porque el PSG salió al campo con otra mentalidad. Los de Luis Enrique apretaron desde un principio: muchos más agresivos en las dos áreas, no tardaron en llegar las oportunidades. Ugarte avisó con un disparo que el PSG iba a por el partido en serio.

Una primera ocasión que marcaba un nuevo escenario: un monólogo del PSG ante un Clermont encerrado en su área. Todo hacía presagiar que se le haría muy larga la segunda parte al colista. Y así fue: en los primeros 15 minutos tuvo más ocasiones el PSG que en toda la primera parte.

Una de las más clares fue de Hakimi, que envió un balón al larguero. También Asensio y Muani, con un remate acrobático, a punto estuvieron a punto de igualar el marcador. Camino del minuto 67, Luis Enrique tiró de pragmatismo con Mbappé.

La entrada del delantero animó el ataque del PSG. Su sola presencia tuvo un efecto intimidatorio en el colista, que se acercó aún más a su portero. Mbappé desplegó parte de su repertorio: una zancada demoledora partiendo de la banda izquierda, pero apareciendo por todo el flanque de ataque.

La amenaza fue tan constante que terminó por concretarse. Un estallido de Mbappé, con una acción rapidísima (un recorte y un pase al espacio) terminó en los pies de Ramos, que definió con el exterior con una precisión exacta. Minutos después, de nuevo, Mbappé tuvo la victoria pero desvió Pelmard con la puntera. A pocos días del duelo ante el Barça, el PSG sufrió un tropiezo mayúsculo.