¿Por qué es más fácil ahora fichar jugadores del Chelsea?

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Parece algo desorbitado. Inverosímil. Casi surrealista. Pero la posibilidad de que WillianHay una serie de factores que ahora enumeraremos y que se alinean para pensar en que la puerta de salida de Stamford Bridge está más abierta que nunca. Tal y como está el mercado, lo lógico es que estuviéramos hablando de dos operaciones de enorme magnitud. Y así es.

Pero así como el FC Barcelona se encuentra algo impotente actualmente cuando llama a las puertas de ciertos clubes con un potencial económico desorbitado, ahora mismo resulta que no es un mal momento para acudir a merodear a las oficinas de Stamford Bridge.

No lo es por unos cuantos factores de peso que convierten a la entidad ‘blue’ ahora mismo en poco menos que un polvorín. Nos cuesta empezar por alguno de ellos, pero comenzaremos por el aspecto deportivo (del que deriva, consecuentemente, el institucional, claro). El Chelsea finalizó quinto la temporada pasada en la Premier League. Eso significa que la que viene no podrá jugar la Champions. Ni ganarla, claro.

Willian y Hazard empezarán el curso, respectivamente, con 30 y 27 años. Ambos se encuentran en su plenitud deportiva, pero por eso mismo necesitan aspirar al máximo (como ellos, otros en la plantilla). Ni uno ni otro ha podido levantar el título de campeón continental hasta la fecha.

El Chelsea empezó con Conte de entrenador, pero sabiendo que Conte no sería el entrenador. Se tardó meses en llegar a un acuerdo de rescisión con el italiano y eso impedía presentar al líder del nuevo proyecto, SarriUn finiquito y más de 10 millones de euros de indemnización después, Antonio abandonaba el barco para dejar paso a Maurizio. Todo muy ‘bananero’. Y es que en la entidad londinense reina actualmente el descontrol. Los agentes no tienen claro a qué ‘autoridad competente’ dirigirse para preguntar por algún jugador.

El factor Abramovich

Y en todo este descalabro institucional, evidentemente, hay que hablar de Roman Abramovich. El propietario del Chelsea, en el puesto número 13 de las personas más ricas del Reino Unido, hace meses que mantiene un litigio con el gobierno inglés. En la final de la FA Cup que su equipo ganó ante el United, a Roman no se le vio por ninguna parte. Tras los rumores, se supo que tiene problemas con el visado. Bueno, básicamente que se le caducó y que la ruptura de relaciones entre los gobiernos ruso y británico le ha salpicado de lleno. El envenenamiento de un espía ruso y su hija en territorio inglés el pasado 5 de marzo desencadenó una guerra diplomática que sigue abierta. Pocos días después se supo que el magnate ruso se había mudado a Israel (donde, por cierto, sí es el hombre más rico del país), cuya ciudadanía adoptó de manera casi ipso facta. Al ser ciudadano israelí ya no necesita el visado inglés para entrar en el país.

La historia con Abramovich no acaba ahí, puesto que algunos rumores han situado al propietario del Chelsea sondeando una posible venta del club. El problema es la enorme inversión realizada a lo largo de estos 15 años al mando de la entidad. Roman, evidentemente, quiere recuperar parte de ese dinero gastado y no ha encontrado a ningún inversor que satisfaga sus pretensiones. Todo esto, unido a una más que probable marcha de Courtois, deja un panorama delicado en Stamford Bridge. Un panorama que desde las oficinas del Barça se ve más que propenso para afrontar una posibilidad real de abordar la operación, que no deja de ser, ahora mismo, algo muy dificultoso.