Pizzi: "Es un orgullo que me sigan llamando 'macanudo"

Pizzi marcó su gol más recordado como azulgrana ante el Atlético

Pizzi marcó su gol más recordado como azulgrana ante el Atlético / Z. Cibor

Javier Giraldo

Javier Giraldo

En la historia de los partidos entre el Barça y el Atlético de Madrid, la imagen de Juan Antonio Pizzi (Santa Fe, Argentina, 7 de junio de 1968) celebrando su gol en la remontada copera de la temporada 1996-97 ocupa un lugar de honor. Pizzi fue jugador del Barça durante dos temporadas y ese fue, sin duda, su momento más icónico como azulgrana. 

Ahora, convertido en entrenador de elite (fue campeón de la Copa América y subcampeón de la Confederaciones con Chile y dirigió a Arabia en el último Mundial), atiende a SPORT para repasar la previa del Barça-Atlético, recordar su gol en el 5-4 de 1997 y reivindicar la figura de Luis Suárez y el talento de Messi y subrayar quién fue el entrenador qué más le influyó. 

-Hace ya 22 años de aquel inolvidable gol ante el Atlético de Madrid.

Indudablemente, el momento de más trascendencia y más mediático de mis dos temporadas en el Barça: por todo lo que significó, al margen de haber ganado ese título de Copa.

-Cuartos de final de Copa, 2-2 en la ida y en el descanso del partido de vuelta, un contundente 0-3 a favor del Atlético. ¿Qué se dijo en el vestuario para remontar ese resultado?

Pues poca cosa. Hablamos poco: todos nos mirábamos y esperábamos a ver qué decía Robson. Entre nosotros siempre hubo una luz de esperanza, aunque éramos conscientes de que era muy difícil. Al salir al campo para empezar la segunda parte ya notamos una atmósfera muy positiva, un ambiente muy favorable, un apoyo que muy pocas veces vi en el Camp Nou. A partir de ahí se generó esa famosa remontada.

-Dicen que los cambios (Pizzi y Stoichkov por Blanc y Popescu) los ordenó el propio Stoichkov….

¡No, qué va! Todos éramos muy buenos profesionales y sabíamos que la autoridad la tenía el entrenador. La decisión vino del cuerpo técnico.

-Le quedó el apelativo de ‘macanudo’…

Sí, fue muy agradable. Para mí es un orgullo que se me reconozca aún así, con ese apodo. Siempre le agradecí a Puyal aquel relato del gol, ya forma parte de mi vida profesional.

-Precisamente es la primera temporada del Barça sin la voz de Puyal, retirado de las retransmisiones del primer equipo.

Ah, no lo sabía. Le mando un saludo, la gente aún recuerda ese gol y cuando se cumple el aniversario, la prensa española me suele llamar para recordármelo.

-Ahora que usted es entrenador, ¿en qué le influyeron los dos que tuvo en el Barça, primero Robson y luego Van Gaal?

Robson era la templanza, la caballerosidad y el respeto hacia el futbolista y hacia todo lo que rodea el mundo del fútbol. Tenía un estilo muy inglés y creía que los aspectos tácticos no eran de tanta relevancia. Van Gaal era todo lo contrario: muy disciplinado, táctico, estudiaba al detalle cada situación que pudiera darse durante un partido, estudiaba mucho y buscaba soluciones. De todos los entrenadores que he tenido, es el que más me ha influido en mi trabajo como entrenador por el estudio de las posibilidades en un partido. Considero que cuanto mayor información tengas, mejores condiciones de trabajo puedes tener.  

-Ha entrenado en Argentina, Chile, Perú, México y Arabia. Y en España, unos meses al Valencia. ¿Tiene esa espina clavada?

Más que una espina clavada, todavía tengo pendiente ese desafío de poder entrenar en España, pero creo que habrá más oportunidades en el futuro. Ya tuve una experiencia muy enriquecedora para mí, en un club muy exigente como el Valencia, y ahora es cuestión de esperar.

-El Barça-Atlético decidirá la Liga.

Sí, será decisivo, sobre todo si gana el Barça: la diferencia de puntos ya sería imposible de remontar. Ambos llegan en buen momento. Al Atlético le corresponde el mérito de haber revertido la desazón de quedarse fuera de la Champions y de pelear la Liga hasta el final.

-Quizá todo dependa de la inspiración de Messi, al que usted, por cierto, ya ha ganado dos veces: una con Chile, en la final de la Copa América del Centenario, y otra con el Valencia en el Camp Nou (2-3).

Sí, pero no hay antídoto contra Messi. Cuando hablamos de Messi todo es impredecible: puedes probar un marcaje personal o algo más escalonado, pero si él está iluminado, hay poco que hacer. Lo suyo es inigualable. No habrá un futbolista que logre las cifras de Messi. Con él se acaban muchos récords. Por más que evolucione el fútbol, en lo individual o en lo táctico, nadie va a ser como Messi. Y nosotros tenemos la suerte de vivirlo, de que nadie nos lo cuente.  

-Uno de los protagonistas del partido será Griezmann, que podría volver a estar en la órbita del Barça. ¿Cree que dejará el Atlético a final de curso?

El año pasado, Griezmann tomó una decisión muy personal, respetada y comprensible. Me parece que cuando tomó la decisión lo analizó todo muy bien y no creo que vaya a cambiar de idea una año después. Y su entrenador y su club, tampoco, por más que haya interés de otro equipos, entre ellos el Barça. Me parecería muy raro que dejase el Atlético.

-Es una posición delicada, la de delantero centro. ¿El Barça debe buscar ya un recambio a Luis Suárez?

El Barça, como todos los grandes, siempre está preparado para posibles inconvenientes en el futuro, y no solamente en el caso de Suárez. ¿Qué pasará, por ejemplo, cuando Messi deje de jugar, cómo será la vida después de Messi? En el caso de Luis Suárez, creo que su rendimiento es fantástico y que todavía tiene muchas cosas que aportar al Barça, lo cual no implica que el club no pueda pensar ya en cómo será la etapa ‘postSuárez’. Hay alternativas, jugadores jóvenes que ya están apareciendo,  y otros que aparecerán.

-¿Qué posibilidades le da al Barça en la Champions?

Creo que cualquier equipo que tiene a Messi es candidato a ganar todo lo que juegue, sea Argentina o el Barça, luego los resultados se dan como se dan. Asi que respetndo mucho al City, Liverpool, Ajax y compañía, estando Messi, el Barça es el gran candidato.

-En la final de Copa se enfrentarán dos equipos en los que jugó, Barça y Valencia. ¿Algún pronóstico?

El pronóstico es incierto porque el Valencia vive un momento muy bueno: los resultados confirman que mantener a Marcelino fue un acierto. Es un entrenador que ya viene demostrando sus cualidades desde hace tiempo. El equipo empezó con problemas pero a medida que pasó el tiempo y se adaptaron los jugadores nuevos, las cosas empezaron a funcionar. Ahora es un equipo mucho más sólido. Llegarán muy motivados a la final, aunque lógicamente el Barça tiene más experiencia en finales de este tipo.