Paco Alcácer explica qué sintió tras marcar el gol al Hércules

Paco Alcácer en un momento del Barça - Hércules de la Coap del Rey 2016/17

Paco Alcácer en un momento del Barça - Hércules de la Coap del Rey 2016/17 / EFE

Jordi Gil

Jordi Gil

Paco Alcácer confesó en la zona mixta posterior al Barça - Hércules (7-0) que se irá de vacaciones a su pueblo, Torrent (Valencia) "muy contento por cómo acaba el 2016". Y es que, si para alguien tiene un valor de oro puro el 'siete' que los jugadores de Luis Enrique endosaron a los de Tevenet, ése es el joven cazagoles blaugrana.

Desde que firmó por el Barça, en la recta final del mercado de verano último, ha vivido "una larga espera" hasta poder empezar a hacer lo que se esperaba de él: goles. "Por fin ha llegado y ahora lo más importante es mirar hacia delante, y no hacia atrás".

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VALOR AÑADIDO

Paco lo dice con una sonrisa pintada en el rosto y la convicción del que no ha dejado de trabajar y porfiar pese a que no tenía la fortuna que esperaba cara al gol. Ya se sabe que para un ariete, la capacidad de trabajo, de generar espacios, de asistir a los compañeros, de presionar al rival... son valores añadidos que adquieren trascendencia cuando los goles caen a capazos. Pero lo primero que se exigen a sí mismos es perforar las redes de las porterías rivales. Su 'kriptonita', las sequías goleadoras.

Por eso aseguraba que sus sensaciones tras anotar el tanto frente al Hércules son las mismas que habría vivido cualquier delantero centro en su misma tesitura. "Cualquier delantero del mundo que está en una racha negativa y marca te diría lo mismo: Es una liberación que te da confianza".

ESPÍRITU DE EQUIPO

Sin embargo Alcácer, como muchos de los integrantes de la actual plantilla del Barça -ahí reside parte del éxito- sigue pensando en colectivo a pesar de tener un perfil de futbolista más individualista, como lógicamente corresponde a un delantero con olfato de gol. 

Y pone en valor y agradece "todas las palabras buenas que han dicho el entrenador y mis compañeros hacia mí". Confiesa que ese respaldo de Luis Enrique, Luis Suárez, Andrés Iniesta... "me han servido para no bajar los brazos y seguir luchando".

POR LA FAMILIA

Así, un Paco Alcácer, de excelente humor, reconocía que ese primer gol oficial con el Barça lo necesitaba él, pero también los suyos porque han sufrido su sequía como propia. "Al final creo que sí (risas), necesitaban más el gol la gente de fuera (del equipo pero que conforman su entorno) que yo. Porque yo soy una persona que quiere trabajar y lo da todo en el campo y por los compañeros, y tenía que llegar (el gol)", dice con convicción.

POR LA AFICIÓN

Alcácer, optimista con lo que debe venir en el 2017, explica que al regresar de las vacaciones navideñas "hay que seguir trabajando. Por muchas malas cosas que puedan venir, siempre intento ir para adelante".

Por el momento, regresa al hogar con la satisfacción de que el Camp Nou coreó su nombre. "Está claro, que canten tu nombre después de una racha negativa, es de agradecer. Siempre me han animado", resalta, para bromear después: "La verdad es que no sabía qué hacer cuando los escuché corear mi nombre, porque ya no me acordaba" cómo celebrar los goles con la afición.

MALA RACHA, NO ADAPTACIÓN

Lo que tiene muy claro el ariete valenciano es que se trató "de una mala racha, no de dificultades de aclimatación, porque hubo muchas ocasiones claras, como el día contra el Deportivo, que el portero me paró muchas y otras las fallé yo. Son rachas. Un día estás acertado, como esta noche Arda -autor de un hat trick- y van dentro".

Y concluye Alcácer, un jugador acostumbrado a vivir con el gol, sentenciando: "Sí, ha sido mi racha más larga sin marcar, pero esperemos que sea la primera y la última",