¿Qué le falta al Barça del futuro?

En el Barça del futuro falta el avatar de Puyol

El proyecto sigue siendo frágil, en una fase muy avanzada de construcción, pero sin estar consolidado

Xavi: "Tenemos que volver a enganchar a la gente..."

Xavi confiesa que el Barça tiene que volver a convencer a los aficionados / FCB

Joan Antón Ros Guasch (*)

Con la llegada de Xavi, el proceso de transformación del Barça es de manual, desde una fase de desconcierto y desmotivación, a la de un equipo comprometido y cohesionado, con un estilo de juego que nos recuerda en algunas fases del partido ciertas sensaciones que teníamos olvidadas. Sin embargo, sigue siendo un proyecto todavía frágil, en una fase muy avanzada de construcción, pero sin estar consolidado.

¿Qué le falta al Barça? Crear un nuevo Puyol, y en la medida de lo posible intentar también que llegue a ser uno de los capitanes del equipo. ¿Por qué un Puyol y no una estrella mediática y codiciada en el mundo del futbol? La respuesta es que el equipo precisa de un dinamizador, para estimular a sus compañeros en aquellas fases del partido en que suelen caer en situaciones transitorias de abatimiento psicológico y desorientación, todavía muy habituales en el Barça ante rivales de nivel o que dificultan su planteamiento táctico.

Recordemos aquellos partidos de un Barça cargado de talento, con jugadores excepcionales como Messi, Xavi, Iniesta, Henry o Villa entre otros, los cuales entraban en un extraño “trance” de ausencia colectiva, teniendo que ser el propio Puyol quien con una evidente menor capacidad de ataque que sus compañeros, se multiplicaba para ir a rematar y defender a la vez. Una situación que no tenía otro propósito que despertar a sus compañeros de su letargo y estimularlos de nuevo, para mantener la tensión necesaria del encuentro.

Esta habilidad natural que favorece de forma positiva la dinámica interna de un equipo autoorganizado, es lo que los investigadores denominamos roles de equipo. Un rol de equipo, es diferente del rol funcional del jugador, este último es aquel que se espera acorde con sus habilidades para que desempeñe la función encomendada en el equipo (portero, defensa, etc.), mientras que el rol de equipo surge a partir de la interacción entre los propios jugadores. Se ha demostrado que el éxito de un equipo de alto rendimiento requiere de ocho roles diferentes, que sean capaces de asumir de forma natural un tipo determinado de liderazgo individual, que permita al equipo afrontar las diferentes situaciones. Téngase en cuenta que una vez iniciado el match, el entrenador transfiere el liderazgo a sus jugadores.

De forma sintética citaré los ocho roles que en nuestro modelo teórico etbo.es, resultan necesarios para el éxito de un equipo y que para el caso concreto del Barça, intentaré ilustrar con el nombre de algunos jugadores a pesar de las limitaciones del análisis.

  • Dinamizador: es el caso comentado de Puyol
  • Creativo: crea nuevos espacios y aporta ideas disruptivas (Pedri)
  • Conector: conecta al equipo con el entorno, sabe negociar. (Piqué)
  • Coordinador: reparte tareas y organiza a sus compañeros (Busquets)
  • Cohesionador: une al grupo desde las emociones (Dani Alves)
  • Metódico: insistente, fiel al planteamiento, atento a los detalles (aunque en fase incipiente, sería el caso de Ferran Torres)
  • Realizador: orientado a la acción, desarrolla el plan fijado (la mayoría de jugadores)
  • Analítico: tiene una visión global de la situación y capacidad para anticipar posibles problemas (es una habilidad que se intuye en Frankie de Jong si bien, le falta asumir y creer en este estilo de liderazgo)

La ausencia de alguno de estos estilos suele repercutir en la fragilidad de los equipos de alto rendimiento. 

(*) profesor de EADA Business School