Calendario y fechas de los mercados de fichajes

El pasado 27 de mayo ya os contamos en el diario SPORT que la FIFA había publicado el calendario de transferencias de todas las ligas mundiales. O lo que es lo mismo, la propuesta de sus dos próximas ventanas de fichajes para sus ligas nacionales. Es decir, tanto el correspondiente al período estival como al mercado de invierno que arrancará con el comienzo del nuevo año.

La solicitud enviada inicialmente desde LaLiga a través de la RFEF a la propia FIFA fijaba el 1 de julio como la fecha inicial para el comienzo del mercado estival, período que iría inicialmente hasta el 1 de septiembre de este mismo año.

Como también explicamos ese día, esta propuesta era la enviada desde la Federación Española antes de aparecer la pandemia del Coronavirus y que respondía a la obligatoriedad de presentarlas con cerca de 12 meses de antelación a su entrada en vigor. 

Sin embargo, la situación sin precedentes que se ha provocado en todo el planeta como consecuencia del COVID-19 ha dado pie a que FIFA publicara a principios del pasado mes de abril un documento donde ya anunciaba "el establecimiento de nueva fechas adecuadas para los períodos de inscripción de jugadores".

Fechas que la Liga ha comunicado este martes y que responden a las que ya adelantamos en el diario SPORT el pasado 1 de junio. Por tanto, el mercado de verano irá desde el 4 de agosto hasta el 5 de octubre. 

La explicación de estas nuevas fechas radican en que arrancarán coincidiendo con el final del playoff de ascenso a Segunda división y finalizarán el 5 de octubre siguiendo con la tendencia de otras ligas como la italiana o alemana, casos que también hemos venido comentando en este periódico. 

En lo que respecta al mercado invernal no existe cambio alguno con respecto a la planificación inicial an-tes de la pandemia, manteniéndose las fechas ya presentadas en su momento que irán desde el desde el lunes 4 de enero hasta el 1 de febrero, último día para incorporar jugadores de cara a la segunda parte del curso. 

El hecho de que el inicio se retrase tres días a lo habitualmente acostumbrado se explicaría por el hecho de que el día de Año Nuevo cae en viernes. Al ser festivo, no tiene sentido alguno arrancar el sábado 2 o domingo 3, días en los que tampoco suele haber actividad en España.