Las claves del Barça - Valencia según Pako Ayestarán

Ganar en el Camp Nou es especial. La última vez que el Valencia venció al Barcelona en su estadio fue en 2016, cuando tuve el privilegio de dirigir al equipo. Recuerdo que ambos llegábamos con una necesidad de puntos, pero por objetivos muy distintos: en nuestro caso, para alejarnos de los puestos de descenso y, en el de los azulgrana, porque llevaban tres partidos sin un triunfo. Era una situación compleja tanto para unos como para otros.  

Ellos pudieron adelantarse gracias a Leo Messi y Neymar, pero Diego Alves estuvo providencial. A pesar de aquello, nos mantuvimos muy ordenados en defensa y tratamos de aprovechar los ataques por nuestra banda izquierda, y de ese modo logramos adelantarnos dos veces, una de ellas gracias a una gran combinación de un lado a otro que acabó con un pase interior de Dani Parejo a Santi Mina. Logramos así una victoria vital y, sobre todo, un plus de confianza que nos permitió solventar una situación complicada.

¿Puede repetirse esa situación?

Para empezar, cualquier equipo puede ser derrotado a un partido. Por eso hay que jugar las bazas de que dispones, ya que existen oportunidades para ello.

Ahora bien, este Barcelona sumó una sola derrota la pasada campaña en 29 partidos oficiales. Una estadística demoledora. De ahí que piense que, para poder tener opciones contra un equipo con este potencial, el Valencia necesitará estar a su mejor nivel y que las figuras importantes del rival no lo tengan.

Ese punto de fortuna es crucial ante este tipo de grupos con tanta calidad individual, puesto que van a generar ocasiones con total seguridad. Sin olvidar algo muy importante: ver cómo afectará deportiva y anímicamente a la plantilla la destitución de Marcelino, puesto que se identificaba con sus ideas y fue un aliado del director general, Mateu Alemany, en los momentos de dificultad de la entidad. 

Cierto es que este Valencia demostró en la final de la Copa del Rey de lo que es capaz con su victoria en el año del centenario. Sin embargo, queda por ver con qué ideas llega Albert Celades al cargo, porque las características principales durante la etapa de su antecesor eran el orden defensivo, ser capaz de soportar sin ansiedad los periodos sin posesión y un contraataque letal. Armas que contrarrestaban perfectamente el juego del Barça. Aunque habrá que tener cuidado, ya que este conjunto azulgrana es más versátil que el de etapas anteriores y puede plantear partidos de transición con un juego más vertical. 

el debut de Celades

El cambio en el banquillo se ha producido a escasos días del partido en el Camp Nou, donde volverá un ex jugador de la casa, Celades. Como entrenador en las categorías inferiores de la selección española destacó por un juego posicional y combinativo, pero habrá que ver con qué ideas llega a un equipo con un estilo muy definido los dos últimos años.

En el caso del Barcelona, la ausencia de Messi será crucial puesto que, ante rivales con el estilo del valencianista, el desequilibrio individual resulta importante.

Ya lo vimos contra Osasuna: a pesar de disponer de un 74% de posesión, solamente fue capaz de disparar en ocho ocasiones, algo poco habitual en los barcelonistas. De ese modo, el Barça tendrá que valorar si es preferible jugar volcado en campo contrario o permitir cierta iniciativa a su rival.

Además de todos estos ingredientes, el Barcelona viene de una pretemporada que le ha llevado a países como Japón o Estados Unidos, algo que no favorece demasiado en la preparación del grupo.

Si se le une la incorporación de jugadores con peso en el once titular, como Frenkie de Jong o Antoine Griezmann, o que se buscara acomodo a otros mientras se negociaba por Neymar, provoca demasiadas influencias en la estabilidad emocional del colectivo. Y el Valencia acaba de comenzar un nuevo ciclo con nuevas ideas.

Siempre he pensado que, por todo ello, siempre suele ser preferible enfrentarte a los grandes clubes a principio de temporada, cuando todavía están encontrando su nivel de juego. Luego la maquinaria está en marcha y es más complejo. Veremos qué sucede, pero todos esperamos asistir a un gran espectáculo.