Keita Baldé, el 'desterrado' que vuelve a Barcelona

German Bona

German Bona

Una broma, inocente por la edad y las intenciones, pero considerada de mal gusto, truncó la carrera barcelonista de Keita Baldé, el veloz extremo de dríbling demoledor y el gol como obsesión que este miércoles pisará por fin el Camp Nou, aunque no apunta a titular. En cualquier caso, lo hará enfundado con la camiseta 'neroazzurra' y no con la azulgrana, como fue siempre su sueño.

El destino juega estas malas pasadas, a veces. Lo tenía todo para triunfar en el Barça, club al que llegó en 2004 desde su Arbúcies natal con solo 9 años. Se hartó de marcar goles y escalar peldaños con paso de gigante en las categorías inferiores hasta que llegó la fatídica fecha.

Fue en una gira en Qatar siendo cadete cuando no se le ocurrió otra cosa que ponerle unos cubitos de hielo en la cama de su compañero de habitación. La broma, inadmisible en un club como el Barça, derivó en un 'destierr' cercano, pues fue cedido al Cornellà. Algunos vieron la mano de Pep Guardiola, que controlaba de cerca al futbolista gerundense de padres senegaleses, había depositado grandes esperanzas y quedó muy disgustado.

Casi tanto como el propio Keita, que se lo tomó como una afrenta. En Cornellà maduró y de la rabia sacó unos grandísimos meses de fútbol. Marcó ya como juvenil 47 goles en un año. Y cuando el Barça aceptó su regreso, fue el futbolista quien se negó. Así que el club lo vendió por 300.000 euros a la Lazio, donde estuvo cuatro temporadas y marcó 31 goles. Muy buenas cifras.

Su siguiente destino fue el Mónaco, donde mantuvo la temporada pasada su promedio en la élite, pues anotó ocho 'dianas' en 31 partidos, además de dar 11 asistencias. Los monegascos lo han cedido esta campaña al Inter de Milán, que no dudó en pedir el préstamo para que regresara a un fútbol italiano que conoce tan bien.

Keita Baldé, no obstante, apunta a suplente en el Camp Nou. De hecho, lo está siendo con Luciano Spalletti, con el que no tendría la mejor de las relaciones y lo está siendo en la mayoría de partidos importantes. No ha marcado ningún gol y en la Champions League solo suma 18 minutos en la Champions League para participar de la remontada al Tottenham (2-1). El senegalés, pues así se ha sentido siempre, regresa a Barcelona como rival del club que hace ocho años decidió que se separaran sus caminos. Por una broma.