El Instituto Neymar Jr. ya atiende a 2.400 niñas y niños

El barrio de Jardim Gloria es una zona con un alto índice de vulnerabilidad social, castigada por el desempleo, la violencia, el consumo y tráfico drogas y la escasez de servicios pública. Situada en uno de los márgenes de una vía rápida que atraviesa la localidad de Praia Grande, en el litoral de Sao Paulo, esta era una franja de terreno olvidada e insalubre, urbanizada, al lado de un vertedero, ahora ya desactivado. Allí, Neymar Jr. pasó parte de su infancia hasta los 14 años, cuando el Santos FC le dio 300.000 euros para que no se fuera al Real Madrid. 

Los da Silva Santos no se olvidaron nunca de Jardim Gloria. Volvieron para quedarse,  intentando transformarlo con una iniciativa social a la altura del mejor futbolista de Brasil y un futuro número 1 mundial. En el campo de fútbol del antiguo Gremio, de propiedad municipal, levantaron el Instituto Projeto Neymar Jr (INJR) que a principios de este 2015 abrió sus puertas.

Diariamente, 2.400 niños y niñas en riesgo de exclusión social de Jardim Gloria y barrios adyacentes, matriculados en cuatro escuelas de la región, pasan dos horas en el Instituto donde realizan una actividad educacional (teatro, clases de español, inglés…) y otra deportiva.  

“La comunidad ha entendido nuestro propósito, actuamos con humildad y con amor por lo que hacemos, ya que tenemos un vínculo real con lo que ocurre aquí”, explica a SPORT, José Benício, tío de Neymar Jr, ex vecino de Jardim Gloria y ahora director administrativo del proyecto.

El Instituto Neymar Jr. es una acción de proximidad, que lleva el sello y la vinculación familiar en una realidad que se conocía de antemano. Un equipo de profesionales multidisciplinares ha diseñado el modelo de actuación. Paralelamente, a través de las visitas domiciliares, dos asistentes sociales están realizando un diagnóstico detallado de una región donde los más pequeños son víctimas de negligencias familiares y sufren violencia física y psíquica en un entorno donde hay consumo abusivo de alcohol y drogas.     

“Nuestro principal objetivo es luchar contra el absentismo escolar y los resultados ya son palpables: la relación entre padres e hijos es más fluida, los niños y niñas son más felices, se comportan mejor en la escuela, en casa, en la calle, porque han ganado autoestima, se siente parte de algo”, comenta Silvana Trevisan una de las dos asistentes sociales del Instituto.  

El Instituto Neymar Jr. piensa en grande y se ha marcado importantes retos para el próximo año. “El modelo de gestión ya está implementado y nos hemos dado cuenta que tenemos la capacidad para atender y beneficiar más familias de lo que en un principio habíamos previsto”, cuenta José Benício.

En 2016 se ampliará el número de niñas y niños inscritos pasando de los 2.400 actuales a los 4.000 que diariamente pasaran por el centro. Habrá 150 plazas para niñas y niños con deficiencia. Paralelamente, 8.000 familiares podrán participar del programa nocturno que incluirá cursos de formación y orientación profesional y actividades físicas en el gimnasio y la piscina. En los próximos meses, el Instituto tendrá un impacto directo sobre la comunidad de 12.000 personas.

El Instituto va a expandirse en Praia Grande. A la matriz se le unirán varios polos en otros barrios donde se realizarán una actividad educacional a definir más un deporte. “Es una modelo sostenible que nos va a permitir llegar a otras regiones de la localidad”, explica el tío del crack.