El gran ausente del derbi ante el Espanyol

La última vez que Gerard Piqué jugó ante el Espanyol, como si también lo hubiera planeado, no acabó el partido. Se perdió muy pocos minutos, eso sí. Y es que el central del Barça vio la segunda amarilla en el minuto 90 (la primera fue en el 74') tras un encontronazo subido de tono con Melamed, que también fue expulsado por doble amonestación. El Barça perdía 2-1, pero Luuk de Jong, en el minuto 96, empató para los blaugrana. Aquella fue la última experiencia de Piqué en un partido que le motivaba de forma especial.

Curiosamente, en su último partido con el Barça también acabó viendo la roja. Fue en Pamplona ante Osasuna. Sin embargo, sus polémicas con el Espanyol, cuya afición siempre le dedicaba cánticos ofensivos, algunos de ellos absolutamente irrespetuosos, alimentaron temporada a temporada una enemistad que aquel 13 de febrero de 2022 llegó a su fin. Por lo menos sobre el césped.

La tortuosa relación entre el club periquito y el futbolista arrancó, vestido con la camiseta del Barça, desde el primer día que regresó al Camp Nou procedente del Manchester United, la 2008-2009. De hecho, desde entonces y hasta que colgó las botas, nunca se perdió ni uno solo de los derbis disputados en territorio enemigo. No solo eso, Piqué, con la camiseta blaugrana, jugó los 90 minutos en todos los duelos ligueros ante los blanquiazules a domicilio, por lo que su ausencia no deja de ser destacada en un partido, el del domingo, en el que el Espanyol se juega gran parte de sus opciones para seguir en Primera División.

Un balance muy positivo

Desde su primera temporada en el Barça y hasta la pasada campaña, solo dejó de jugar el derbi en el campo rival en la 20-21, aunque nada tuvo que ver el central para ello porque aquel año el Espanyol jugó en Segunda. Lo cierto es que los números de Gerard Piqué en sus enfrentamientos con el conjunto periquito le favorecen ampliamente: 30 partidos entre Liga (26) y Copa (4), con un balance de 22 victorias, seis empates y solo dos derrotas. Además, marcó seis goles. Cornellà-El Prat respira tranquilo.