Y Gaspart se quedó aguantando el 'chaparrón' en el palco

El último triunfo del Sevilla en Barcelona fue en 2002 en un ambiente hostil en el Camp Nou contra el ex presidente del Barça

La derrota por 0-3 llenó el estadio azulgrana de pañuelos y gritos de dimisión, que se produciría dos meses después

2002 - El Camp Nou pide la dimisión de Gaspart y Van Gaal

2002 - El Camp Nou pide la dimisión de Gaspart y Van Gaal

Sergi de Juan

Sergi de Juan

El FC Barcelona le tiene tomada la medida al Sevilla cuando juega como local. Son ya 21 años sin conocer la derrota y los hispalenses solo han conseguido tres empates. Una auténtica barbaridad. La última victoria del conjunto andaluz en el Camp Nou se remonta al 2002 así que los de Mendilibar intentarán cambiar la tendencia contra los azulgrana en su nueva casa, el Lluís Companys.

De ese día, por eso, lo que menos se recuerda es el triunfo sevillista. Al menos para los barcelonistas. Ese 15 de diciembre de 2002 ya siempre quedará marcado por la imagen que dejó Joan Gaspart en el palco del Camp Nou. Una imagen para la historia.

El 0-3 (Casquero y Toedtli) que el Sevilla le endosó al Barça de Van Gaal prendió la mecha de un fuego que ya venía tiempo cociéndose. El equipo azulgrana deambulaba por la Liga como una ánima en pena, lejos de la brillantez en Europa (inexplicable) donde todo eran victorias. Pero los ánimos de la afición culé ya estaban caldeados. De hecho, antes del partido se fomentó una recogida de firmas para intentar presentar una moción de censura.

El 'soci' estaba harto de la directiva presidida por Gaspart, harto de Van Gaal y harto de un equipo muy justo de talento que llegó a estar cerca de las posiciones de descenso (dos puntos), aunque ese día los jugadores fueron de los pocos que obtuvieron cierto respaldo por parte de la grada, solo ocupada por poco más de 55.000 personas.

2003 - Gaspart dimite como presidente del Barcelona y anuncia elecciones

2003 - Gaspart dimite como presidente del Barcelona y anuncia elecciones / SPORT

Pero la tragedia se mascaba. Y tanto que se mascó. La afición vivió con cierto pasotismo el partido hasta el 0-2. Entonces se desencadenó una tormenta de gritos de 'dimisión dimisión' y 'fuera fuera' dirigidos hacia el palco y cada vez que Van Gaal salía del banquillo para dar órdenes. En ese momento el ambiente en el club era irrespirable y existía la sensación que la entidad se iba a la deriva si no se producían cambios radicales.

Con el pitido final de Losantos Omar, árbitro de mal recuerdo para el Barça por su atropello en el Bernabéu en la 2000-01, el Camp Nou sacó toda su furia contra la directiva. El griterío era insoportable y algunos de los presentes se dirigieron hacia el palco, protegido para evitar incidentes (en alguna otra ocasión se habían roto los cristales).

Pese a la lluvia de insultos y el mar de pañuelos que se formó, Joan Gaspart quiso quedarse en pie en el palco presidencial contemplando la escena. Su primo, Paco Closa, que era vicepresidente y responsable del fútbol, intentó cogerle del brazo para insistirle que entrara en el antepalco. Pero Gaspart no le hizo caso. "No me toques. Dejadme solo", le dijo.

El ex presidente era plenamente consciente que su final estaba cerca porque el club y el equipo habían tocado fondo. Casi con lágrimas en los ojos, aguantó prácticamente inmóvil todo el chaparrón durante unos seis minutos. Su martirio particular. Una de las peores noches de Joan Gaspart en su larga etapa como directivo del FC Barcelona.

El 12 de febrero de 2003, dos meses después, presentó su dimisión y dejó el cargo de presidente en las manos de Enric Reyna, que era su vicepresidente tercero en aquella junta directiva mastodóntica que fue perdiendo efectivos a un ritmo vertiginoso.

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