Gambito de Koeman

El técnico ha movido pieza para pedir el apoyo de la afición, respeto para su trabajo y paciencia al entorno

El comunicado de ayer, que no conocía el FC Barcelona, pone de manifiesto que no existe una estrategia común en el club

¡Ronald no se calla! Los tres minutos que pueden marcar un antes y un después en el futuro del Barça

Este es el vídeo del comunicado de Ronald Koeman antes del Cádiz / FCB

Toni Frieros

Toni Frieros

El barcelonismo está asistiendo atónito a una partida de ajedrez que demuestra, de forma incontestable, que no existe una estrategia unitaria de club para afrontar la crisis deportiva y de marca que está sufriendo la entidad. 

El nuevo video de Joan Laporta del martes, la postrera intervención televisiva del asesor del presidente, Enric Masip, y la lectura del comunicado de Ronald Koeman así lo ponen de manifiesto. 

El entrenador del primer equipo azulgrana, ante las críticas que viene recibiendo y la inestabilidad del cargo que ocupa, creyó oportuno auto protegerse y decir lo que piensa, sin intermediarios, ante los medios de comunicación. Este comportamiento, del que no tenían conocimientos las altas esfera del club, también demuestra la distancia que separa en la actualidad al vestuario de la oficina de presidencia.

Ronald Koeman se puso muy nervioso en la rueda de prensa posterior a la visita del Granada en el Camp Nou, de ahí que utilizara algunas expresiones que han dado pie a ciertas chanzas. Ante la obligación de tener que volver a dar explicaciones públicas, el técnico azulgrana creyó oportuno dejar las cosas claras mediante un comunicado escrito por él mismo y supervisado por los colaboradores que tiene dentro de su oficina en la Ciutat Esportiva Joan Gamper. Nadie fuera de ese entorno más próximo participó en su redacción.

El héroe de Wembley pretende encontrar, aunque solamente sea por unas horas o días, la serenidad y la calma que no parece existir en el entorno: tiempo para reflexionar, apoyo de la afición, respeto para su trabajo y admisión de la realidad. Además, paciencia.

En esa línea se pronunció ayer tarde Joan Laporta en Cádiz, desde donde pidió calma y unidad al barcelonismo, descolgando algo que es tan cierto como obvio: solo vale ganar esta noche.

Tal y como se están desarrollando los acontecimientos, Koeman sabe que a partir de ahora cada partido será un examen. Únicamente sumando los tres puntos en el Estadio Nuevo Mirandilla y haciendo un buen juego se calmarán los ánimos, muy exaltados en ciertos círculos desde la derrota ante el Bayern Munich en Champions League y acrecentados tras el empate ‘in extremis’ frente al Granada.

Por eso, el partido de esta noche vuelve a ser determinante. Si el Barça derrota al Cádiz habrá calma tensa hasta el domingo, cuando llegará al Camp Nou un Levante en crisis que no conoce la victoria en seis partidos ligueros.

En el horizonte, otro partido crucial para el desenlace de los acontecimientos, la visita el miércoles al Benfica en la segunda jornada de la Champions League. El Barça no se puede permitir el lujo de zozobrar en Europa, donde lleva casi veinte años superando la fase de grupos.

El futuro de Koeman depende de todo lo que ocurra en estos tres partidos. Él sabe que el entrenador del Barça está sentado en una silla eléctrica. Como dijo ayer un mito, Carles Puyol, ahora, más que nunca, hay que estar unidos. Sigue la partida de ajedrez.

Gambito de Koeman

Gambito de Koeman / SPORT